Los fantasmas, brujas y diablos se adelantan a Halloween en Huesca

El Coso Real celebró ya este fin de semana la fiesta más terrorífica con un concurso y un taller de caretas.

Los pequeños realizaron sus caretas con la ilustradora Vicky de Sus.
Los pequeños realizaron sus caretas con la ilustradora Vicky de Sus.
Rosa Calvo

Visitar este fin de semana el centro comercial Coso Real de Huesca era como recorrer el castillo de Drácula, las cuevas de las brujas más oscuras o los laboratorios donde se llevan a cabo los experimentos más extraños. Todo tipo de personajes terroríficos se dieron cita en el espacio comercial para vivir un Halloween anticipado que reunió a los oscenses de menor edad. El concurso de disfraces coincidiendo con el 31 de octubre es ya una cita ineludible en el nutrido programa que llevan a cabo en la superficie, y cada año gana en participantes, hasta congregar el pasado sábado a más de un centenar de personas entre pequeños concursantes y familiares.

“La verdad es que las inscripciones previas para participar a través del correo casi nos han desbordado, lo que marca un poco que el concurso gusta mucho y se ha consolidando dentro de nuestra oferta”, señala Ana Delia Buisán, gerente del Coso Real. “Nos gusta hacerlo en el sábado previo, ya que la misma tarde del 31 los niños suelen tener clase y siempre hay más opciones de fiestas y propuestas en toda la ciudad. Además el fin de semana siempre se tiende más a venir a los comercios, por lo que muchos padres aprovechan para que los niños participen en las actividades mientras ellos hacen sus compras", apunta la responsable..

Todo tipo de disfraces, con niños de entre 3 y unos 12 años, pasaron por el escenario preparado para la cita, en el que un peculiar mimo ejercía de maestro de ceremonias. Así, el jurado formado por diferentes representantes del propio Coso Real y de las tiendas que lo integran se encargaron de premiar como el disfraz más original a una madre que portaba a su bebé en una peculiar bolsa, que se convertía en una araña con su tela incluida. También hubo premio al disfraz más terrorífico para un elaborado Eduardo Manostijeras, y el mejor maquillaje fue para un menudo zombi.

Ellos fueron los grandes triunfadores de la velada, que se extendió durante toda la tarde. Aunque ya desde primera hora del día, cuando abría sus puertas el Coso Real, Halloween se dejó notar en el vestíbulo principal del centro comercial.

Vicky de Sus fue la encargada de impartir un taller de manualidades en el que participaron medio centenar de pequeños durante toda la mañana. “Como es la línea general en las iniciativas de este tipo que llevamos a cabo, el material utilizado para los diseños son cartulinas y elementos reciclados”, explicaba la ilustradora, que contó con la presencia de medio centenar de niños. “Es frecuente que cuando los padres se van a comprar, los niños se queden aquí con el taller o que aprovechen para tomar algo. Siempre tienen mucho éxito las iniciativas aquí porque pasa mucha gente por aquí”, añadía.

Los niños, también en edades de entre 4 y unos 10 años, elaboraron a través de las indicaciones de la ilustradora sus propias caretas de Halloween, pudiendo elegir entre un diseño de una calabaza, una calavera de zombi y otra mexicana. Aunque luego cada uno podía reinventar sus propios trabajos. También a través de cartulinas y con envases vacíos de palomitas llevaron a cabo un recipiente para meter los caramelos a la hora de llevar a cabo el tradicional ‘truco o trato’, vienen forma de búho, de gato o de murciélago.

Los talleres de manualidades, muchos de ellos de la mano de Vicky de Sus, son constantes durante todo el año en la programación del Coso Real, que organiza diferentes iniciativas los fines de semana. También la robótica tiene un lugar en sus actividades, así como concursos de dibujo en Navidad o un desfile en primavera.

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