'Granjas de nieve' y balsas de agua para combatir el cambio climático en las estaciones

Investigadores, profesores y estudiantes comprobaron ayer ‘in situ’ las medidas que está tomando Aramón Formigal.

Las Jornadas de Turismo Sostenible se cerraron ayer con una visita de campo a Aramón Formigal.
Las Jornadas de Turismo Sostenible se cerraron ayer con una visita de campo a Aramón Formigal.
U. Z.

El cambio climático se ha convertido en una amenaza para las estaciones de esquí, pero ya se están tomando medidas para intentar responder ante ese incremento de las temperaturas medias registradas en invierno como reforzar los sistemas de fabricación de nieve artificial. Este fenómeno va a reducir paulatinamente la innivación natural, va a nevar menos y a menos altura, por lo tanto las partes bajas de las estaciones tendrán menos capacidad de teñirse de blanco de forma natural y también se reducirán los días en los que la nieve va a permanecer en las pistas.

Los cerca de 90 investigadores, profesores y estudiantes que han participado en las Jornadas sobre Turismo Sostenible Transfronterizo celebradas en Jaca pudieron comprobar ayer sobre el terreno cómo se están adaptando las estaciones a estas consecuencias del cambio climático con una visita a Aramón Formigal.

Allí, según explicó Jordi Castellana, de Folia Consultores, que trabaja para este centro invernal del valle de Tena, ya se están tomando medidas no solo para reforzar en las cotas bajas los sistemas de innivación artificial que compensen en parte esos efectos, sino también para garantizar que se pueda esquiar en las cotas medias y altas. Y para ello realizan diversas actuaciones. "Hay que tener balsas de agua para fabricar la nieve artificial, tratarla y cuidarla, y hacer incluso lo que se llaman ‘granjas de nieve’, donde mediante paravientos o zonas de bosque se aprovecha que el aire moviliza la nieve para intentar adecuar zonas donde se acumule para poder utilizarla posteriormente", explicó.

No obstante, las medidas que se están poniendo en marcha varían en función de las estaciones ya que depende mucho de la altura. "Ocurre tanto en el Pirineo francés como en el español, aunque el francés probablemente sea el que más sufra el cambio climático porque tiene estaciones más bajas, mientras que las españolas, en general, tienen cotas medias elevadas", apuntó Castellana.

Con todo, también hizo hincapié en que más allá de las consecuencias del cambio climático, en el Pirineo oscense están acostumbrados ya a tener años irregulares o de poca nieve. Por lo tanto, "no es que nos hayamos adelantado, pero el tema de nieve artificial se está trabajando desde hace tiempo", destacó. En otros lugares con mucha tradición de esquí, como en los Alpes, les ha pillado "de sopetón", porque "siempre han tenido mucha nieve y de repente tuvieron que invertir en nieve artificial".

En el caso concreto de Aramón Formigal, "creemos que está preparada para esta primera fase del cambio climático, que supondrá una subida de la temperatura media tanto mínima como máxima de 2 grados en invierno, hasta el año 2050 aproximadamente según la previsión de Aemet para la provincia de Huesca", dijo.

"Claro que pueden venir años malos, pero también buenos, y no va a dejar de nevar de hoy para mañana, pero unas temporadas serán mejores que otras, como ha ocurrido hasta ahora, aunque es verdad que los años malos serán peores", aventura Castellana. En esos casos, considera que van a poder responder "probablemente no en la parte baja de la estación, pero sí en las medias y altas, donde se va a poder funcionar con relativa tranquilidad".

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