Vidrio que parece plastilina

El mercado medieval de Asapme en Huesca reúne a todo tipo de artesanos en sus puestos.

Jorge Fabián Pazos movía con rapidez el cristal ante el fuego, hasta reformarlo y componer bonitas siluetas
Vidrio que parece plastilina
Rafael Gobantes

Niños y mayores se agrupaban con cara de atención en torno a uno de los puestos del mercado medieval de Asampe. En él, Jorge Fabián Pazos movía con rapidez el cristal ante el fuego, hasta reformarlo y componer bonitas siluetas. “A la gente le sorprende, porque después de tantos años de práctica, necesito muy pocos minutos para cada pieza, y la verdad es que para ellos se asemeja un poco a la magia”, explicaba este artesano, que dejaba a más de uno con la boca abierta, avalado por más de 30 años dedicándose a algo tan delicado como es modelar el vidrio.

Tiene algo de hipnótico la forma en la que el fuego va convirtiendo el cristal en un material tan dúctil como la plastilina, formando finalmente jarrones, ceniceros y otros elementos decorativos, que también vende en el mismo puesto que sirve de taller.

En el caso de Pazos, argentino de nacimiento pero afincado en Tarragona, este año suponía su tercera participación en el mercado oscense, contratado por la organización para exhibir sus dotes como maestro artesano con este material. “Nosotros solemos movernos en ferias y eventos dedicados a la artesanía”, aclaraba el artesano, aunque admitía que la venta por Internet le había abierto un mercado nuevo a sus productos.

La actividad de este artesano suponía una parada casi obligada para los cientos de oscenses que este sábado, aprovechando la tregua que dio la lluvia durante la tarde, pasearon por los diferentes puestos que forman parte de la cita que cada año se organiza con motivo del Día Mundial de la Salud Mental -que se celebra el próximo 10 de octubre-, y que en los últimos años ha adquirido estética medieval para integrarse dentro del programa 'La campana de Huesca, un verano de leyenda'. El lema de esta edición era 'trabajar sin máscaras, emplear sin barreras'.

Asi, desde el viernes por la tarde y hasta última hora de este domingo, la plaza de Luis López Allué se llenaba de bisutería hecha a mano, quesos llegados de la otra punta de España o jabones con todo tipo de olores y texturas. En este caso, el volumen de artesanos participantes obligaba a colocarlos también en la calle Moya y la plaza de San Pedro. Además de la zona de mercado, la cita cuenta con un amplio programa de actividades, dentro del que se realizaban todo tipo de iniciativas para diferentes edades, desde tallers de danzas árabes, a cuentacuentos infantiles o actuaciones folclóricas.

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