Hay campamentos para aprender idiomas, practicar el surf o simplemente divertirse, pero 27 jóvenes procedentes de Vitoria han preferido pasar el verano colaborando con la labor que Cruz Blanca lleva a cabo en Huesca. Todos eran estudiantes de 2º de Bachillerato, a los que la convivencia en la Casa Familiar San Lorenzo de la entidad en la capital oscense les ha permitido “conocer diferentes situaciones de marginación social”, según explica Juan Vela, director de Cruz Blanca en la ciudad.

Divididos en tres grupos, los jóvenes ayudaban en la escuela de verano, otros se encargaba del economato, y el último grupo colaboraba con las tareas diarias de la casa, como dando de comer, organizando actividades o acompañando en los paseos. Además, todos participaron activamente en la campaña que llevó a cabo Cruz Blanca durante el mes de julio en colaboración con los comercios de la ciudad, con el fin de luchar contra la trata de seres humanos.

Richi Done ejercía como responsable del grupo de jóvenes vitorianos, que según indicaba, comprendieron después de su estancia “que los verdaderos héroes son los que están día a día trabajando, así como todos esos voluntarios que ayudan a que cada día los usuarios los vivan como algo diferente”.

Se cumplían, por tanto, los objetivos trazados desde Cruz Blanca con esta iniciativa, que tenía lugar por segundo año consecutivo. “Buscamos acercar a los adolescentes la situación de marginación que sufren muchas personas en nuestra sociedad”, explica Juan Vela a la hora de apuntar esos fines con los que nació la actividad. “Además de favorecer el intercambio, dar a conocer otros puntos de vista, ya no solo de gente de fuera, sino de otra generación”, añade el director de la entidad en Huesca.

Poder convivir con los trabajadores y los usuarios de Cruz Blanca, ha permitido también a estos jóvenes, en edades ya de decidir su futuro en lo que a estudios se refiere, conocer una nueva rama profesional. “Hemos colaborado también con el pensamiento de estos chicos, que están a punto de entrar en la universidad y decantarse por un futuro profesional, para que descubran que la solidaridad y ayudar a un mundo mejor es una buena manera de pasar por la vida”, concluye Vela en este sentido.