La Policía Nacional ha denunciado a 116 personas en San Lorenzo

El refuerzo de la vigilancia ha permitido detener a dos hombres reclamados por malos tratos y a otros dos que quebrantaron órdenes de alejamiento.

La Policía Nacional ha realizado decenas de acciones de control durante las fiestas.
La Policía Nacional ha realizado decenas de acciones de control durante las fiestas.
Policía Nacional

Más de cien personas han sido denunciadas por la Policía Nacional por infracciones a la ley de Seguridad Ciudadana durante las fiestas de San Lorenzo en Huesca. Concretamente, se han tramitado 94 denuncias por tenencia y consumo de droga, 12 por portar armas prohibidas y 10 por la comisión de actos incívicos, unas conductas que pueden conllevar multas entre 601 y 10.400 euros, y en el caso de los reincidentes, hasta los 20.200 euros.

Este es el balance después de siete días de fiesta, en los que la Policía Nacional ha diseñado un dispositivo especial que ha incluido la intensificación de las medidas antiterroristas. La plantilla de Huesca se ha visto reforzada por agentes procedentes de las comisarías de Jaca y Canfranc, así como de las unidades especiales de Guías Caninos, Brigada Móvil, Medios Aéreos, Grupo de Hurtos, Unidades de Intervención Policial y Unidades de Prevención y Reacción de la Jefatura de Aragón.

La Policía ha controlado los principales accesos a la ciudad, incluyendo la llegada de viajeros a través de los transportes públicos, y ha incrementado su presencia en los distintos espacios festivos donde había mayor afluencia de asistentes. Las identificaciones realizadas han permitido la detención de dos personas reclamadas por la Justicia por delitos de maltrato, uno de ellos con orden de ingreso en prisión, así como el arresto de otras dos personas que estaban quebrantando órdenes de alejamiento.

Las fiestas también son aprovechadas por los carteristas que, según la Policía, “se desplazan a propósito para sustraer preferiblemente teléfonos móviles y carteras, aprovechándose de la multitud, de la relajación en la atención sobre las pertenencias, así como un acceso fácil a las mismas, sobre todo si se portan en los bolsillos traseros del pantalón”.

Los lugares favoritos son, según las mismas fuentes, el chupinazo, la entrada a los toros, los mercadillos y las verbenas y conciertos. Estos actos han estado vigilados por agentes del Grupo de Hurtos de la Jefatura Superior de Aragón, que se camuflan entre la multitud. La madrugada del día 10 se detuvo a un individuo por delito de hurto y se recuperó un teléfono móvil que acababa de ser robado en el Tubo.

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