“Cabecica, jasmías; cabecica, josmíos”

Una simpática abuela se convierte en la conciencia de los jóvenes oscenses gracias a Cruz Blanca.

Mesa informativa situada en los Porches de Galicia, Huesca
Mesa informativa situada en los Porches de Galicia, Huesca
Rosa Calvo

Con la pañoleta verde al cuello y un amenazador dedo índice en alto, una simpática abuela protagoniza la campaña lanzada por la Fundación Cruz Blanca. “Cabecica, jasmías; cabecica, josmíos”, dice su eslogan, en una frase muy típica a la hora de despedir a los más jóvenes cuando salen de casa, y que convierte a esta anciana laurentina en la conciencia de los oscenses durante los días festivos, en los que como explica Pilar Paúl en representación de la entidad, “son más frecuentes las situaciones de riesgo”.

Así, la intención de Cruz Blanca es informar a los jóvenes para poder concienciarles en aspectos como el consumo de drogas, las enfermedades de transmisión sexual o las agresiones. “Al final, la mejor fiesta es la vida, no hay que ponerla en peligro por pasarlo bien durante unos días”, añade Paúl. Durante dos días, se han instalado en los Porches de Galicia, junto a las casetas de las peñas, como punto de información para los muchos jóvenes que pasan por allí sobre ETS, en especial de VIH-SIDA, consumo de sustancias psicoactivas, y el material elaborado por el área de Igualdad del Ayuntamiento de Huesca y Instituto Aragonés de la Mujer, con los programas 'Respétame' y 'Tolerancia cero con las agresiones sexuales. No significa no'.

Además, están realizando encuestas anónimas a los menores de 30 años, divididas en tres impresos sobre igualdad, VIH/Sida y consumos. “Nos sirven para recopilar datos de las conductas de los jóvenes, pero también implica un momento de reflexión, ya que se les pide que señalen aspectos sobre los que igual no se han parado a pensar hasta ese instante. Eso puede hacer que llegado el momento, si se les plantea una situación de riesgo durante la fiesta, puedan recapacitar más fácilmente sobre ello y decidir comportarse correctamente”, comenta Pilar Paúl. Además, se les entrega a cada uno de los participantes una chapa en la que aparece la abuela y el mensaje 'cabecica, jasmías' o 'cabecica, josmíos', para que esté muy presente en todo momento durante los días festivos.

La iniciativa de este año, que sirve como contraportada para los miles de programas de mano repartidos por el Ayuntamiento, se considera continuación de la creada ya para el San Lorenzo anterior, con el mismo cometido. “Entonces ya animábamos a los jóvenes a teñir también su cerebro de blanco y verde, y disfrutar de la fiesta con 'coco'. Este año hemos decidido poner algo de humor y colocar ese mismo mensaje en boca de la abuela, porque es una idea que nos suelen transmitir nuestros mayores”, explica la responsable de la entidad, que coordina el Centro Isidoro con el que cuenta Cruz Blanca en la capital oscense.

Es allí donde se trabaja durante todo el año con los jóvenes sobre consumo, prevención e igualdad. “Son problemas que están latentes durante todos los meses, pero todos sabemos que es durante estos días festivos se generan más oportunidades para que se produzcan estas situaciones de riesgo, porque hay un mayor acceso a determinadas sustancias y se muestran actitudes más desinhibidas”, lamenta Pilar Paúl, a la hora de justificar la campaña puesta en marcha.

En Cruz Blanca llevan trabajado con los jóvenes oscenses en la prevención dentro de los días previos al inicio de las fiestas desde el año 1996. “Es difícil cuantificar como inciden estas iniciativas en la conducta de los chicos y chicas, porque siguen dándose casos de violencia de género o de intoxicaciones, y cada año son un centenar de contagiados por Sida en Aragón, por ejemplo, pero si conseguimos que se reduzcan estas situaciones en cualquier medida, que se paren a reflexionar, servirá”, concluía Paúl.

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