Mucha simbología incluye la iniciativa que en la última semana se puede observar en los escaparates de un centenar de establecimientos de Huesca. Entre los motivos laurentinos y los colores blanco y verde que estos días reinan en comercios de la ciudad, maniquíes sin ropa, con un código de barras y una etiqueta al cuello en la que se lee -100% es la forma que en la Fundación Cruz Blanca han elegido para recordar que el día 30 de julio se celebra cada año el Día Mundial contra la Trata, y que en el mundo más de 20 millones de personas son víctimas de esta, según la Organización Internacional del Trabajo, que sitúa el problema en todos los países.

“Es la esclavitud de nuestros tiempos, que convierte a las personas en mercancía. Por eso el código de barras, y por eso la etiqueta, en la que se muestra que el individuo ha perdido todo el valor”, explicaba Pilar Paúl por parte de Cruz Blanca. Así, el objetivo de la campaña es dar visibilidad a un problema del que la sociedad no acaba de ser consciente, ya que permanece oculto. No obstante, como denuncian los representantes de la fundación en la ciudad, se trata de una de las más graves vulneraciones de los derechos humanos y que también tiene lugar en España, afectando a hombres, pero especialmente a mujeres y a niños y niñas, que son forzados laboral o sexualmente.

Los comercios oscenses han hecho de esta manera suya la denuncia de Cruz Blanca y han colocado en sus escaparates los carteles preparados por la fundación, y en el caso de los establecimientos textiles o con una vitrina más amplia, han incluido también los maniquís desnudos. La campaña se inició, además, con la emisión de un vídeo en el que se veía a varias personas ligadas a Cruz Blanca recorriendo las diferentes tiendas para informar a su propietarios de los detalles y objetivos de la campaña, sumando colaboraciones.

Se trata también de una manera de dar luz a los programas respecto a este problema que llevan a cabo desde la propia Cruz Blanca, encabezados por el denominado O'Cambalache, que se centra en la detección y la intervención de situaciones en las que se pueda estar produciendo una vulneración de los derechos de este tipo.

Fue en el año 2010 cuando se incorporó al código penal español el delito de trata de seres humanos, y según explican desde Cruz Blanca en algo menos de una década se han producido muchos avances en este campo. “Pero aún vemos que la trata es una realidad muy invisible en nuestro país, un fenómeno prácticamente desconocido para la opinión pública, que convive a diario con posibles víctimas sin darse cuenta de su sufrimiento, e incluso, en ocasiones, culpabilizándolas por la situación que están viviendo”, comentan desde la entidad en el manifiesto emitido por la celebración del Día Mundial contra la Trata.

Cruz Blanca cuenta en Aragón con el único piso dedicado a dar alojamiento a varones víctimas de trata que existente a España, ya que son más las mujeres y los niños los afectados por este delito. “Es necesario mejorar la coordinación entre los diferentes organismos vinculados en la lucha contra la trata, incluyendo en todo momento a las organizaciones que trabajan con ellas. Es necesario también mejorar la cooperación con los países de origen de las víctimas, combatiendo de manera eficaz la pobreza, que está en la base de las causas de la trata, y es necesario sensibilizar a la sociedad, dar a conocer esta realidad, para que todos y todas seamos parte de la solución, y nunca del problema”, explican desde Cruz Blanca.

Además, la trata de personas es uno de los negocios ilícitos más lucrativos en Europa, donde los grupos criminales obtienen unos beneficios de más de 2.500 millones de euros al año, siendo éste un negocio que se abastece de la población mundial más vulnerable.