Un hombre mata a su padre de 90 años en Binéfar y se entrega en una tienda al lado de casa

El presunto agresor era el cuidador del anciano y lo degolló en el domicilio familiar. Esperó la llegada de la Policía sentado en un banco, con la ropa ensangrentada.

El presunto agresor, que recibió asistencia médica, estaba en el interior de este coche policial.
El presunto agresor, que recibió asistencia médica, estaba en el interior de este coche policial.
C. S.

José Antonio Mata de Binéfar, de unos 52 años de edad, fue detenido este martes por la Policía Local como presunto autor de la muerte de su padre nonagenario, al parecer, por degüello. Los hechos ocurrieron sobre las 18.00.

El agresor, vestido tan solo con un pantalón corto, salió a la calle y se dirigió a una tienda de informática que hay enfrente de su casa, en la calle Primero de Mayo número 34, para pedir ayuda, declarando entre sollozos que había matado a su padre y que llamasen a la Policía.

El hombre iba ensangrentado y dejando un rastro por una herida en una mano, lo que asustó a los dependientes del local, que procedieron a dar aviso al 112, pero al no poder comunicar, terminaron llamando a la Policía Local, que fue quien hizo la detención del presunto agresor. Cuando llegaron los agentes, los esperaba sentado en un banco frente a la casa donde residía con su padre.

"Ayuda, por favor"

José Antonio Abadía, uno de los dependientes de Imagitec, la tienda donde entró el presunto parricida, contaba que se encontraba con su compañero en la trastienda y que oyeron lamentos de "ayuda, por favor" y sollozos, al salir se encontraron tirado en el suelo del establecimiento a José Antonio ensangrentado y pidiendo a gritos que llamasen a la Policía porque había matado a su padre.

Mientras avisaban, el hombre salió de la tienda y se sentó en un banco, momento que aprovecharon los dependientes para cerrar con llave la puerta tras él. El suelo del establecimiento quedó llenó de sangre, porque, al parecer, él también estaba herido en una mano por la que sangraba abundantemente.

Los primeros en llegar al lugar de los hechos fueron los agentes de la Policía Local de Binéfar, que procedieron a la detención del presunto parricida, que no opuso resistencia, en medio de los gritos de lamento del agresor. El hombre permaneció en un coche patrulla hasta que fue trasladado al centro de salud y, posteriormente, al cuartel de la Guardia Civil, que también acudió de inmediato al lugar de los hechos.

Asimismo, en los primeros minutos se trasladó hasta el domicilio un equipo de urgencias del centro de salud de Binéfar, que poco pudo hacer, excepto certificar la muerte del anciano.

En tratamiento psiquiátrico

Padre e hijo vivían solos en la casa y el segundo era el cuidador, ya que las otras dos hijas de la víctima residen fuera de la localidad. El hecho ha sorprendido en Binéfar, porque José Antonio, a pesar de haber estado al parecer en tratamiento psiquiátrico, es una persona integrada en la población como un vecino más, haciendo vida normal. Una de sus hermanas, una vez avisada, se acercó hasta la casa, donde la Guardia Civil la puso al corriente de los hechos.

La calle Primero de Mayo permaneció cortada al tráfico durante más de tres horas, mientras la casa estaba custodiada por la Policía Local y la Guardia Civil, a la espera de proceder al levantamiento del cadáver. La Policía Judicial y los especialistas de la unidad científica estuvieron inspeccionando el lugar del crimen y marcando el recorrido realizado por el presunto agresor por la calle, así como tomando declaración a las personas con las que habló el presunto parricida tras el suceso.

Pasadas las diez de la noche, todavía no había sido levantado el cadáver, mientras el detenido permanecía en las dependencias de la Guardia Civil a la espera de lo que determinará la jueza que instruye el caso.

Una mañana de lo más normal para el presunto parricida

José Antonio Mata, el presunto parricida de Binéfar, ayer por la mañana hizo vida normal. Se tomó el café en su bar habitual, charló con los parroquianos y se fue a sus quehaceres, entre los que se contaba cuidar a su anciano padre, ya que es pensionista y no trabajaba.

A media mañana, según comentaba el propietario de Imagitec, Miguel Ángel Gaibar, José Antonio le llevó un equipo informático para que se lo reparara y se comprometió a recogerlo por la tarde. En ningún momento, observaron ningún comportamiento extraño por parte del hombre, con el que tenían trato frecuente por ser vecinos. "Estaba de lo más normal", indicó.

El comerciante y sus trabajadores eran los primeros sorprendidos por el hecho, ya que no consideraban que su vecino pudiera exhibir ningún tipo de violencia. El hecho ha conmocionado a los binefarenses porque se trata de una familia muy conocida y con muchos lazos familiares en la localidad. Además, José Antonio se dejaba ver muy a menudo por locales de ocio, donde conversaba con cualquiera que le escuchase y con sus amigos.

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