El futuro de la escena oscense se sube al escenario

La muestra de teatro Teyci Bosco ha contado con la participación de más de 425 escolares.

Número del grupo Pie con bola.
El futuro de la escena oscense se sube al escenario
Rafael Gobantes

“Con la luz de los focos no ves al público y eso te ayuda a no estar tan nervioso”, aseguraba la pequeña Silvia Tosat al preguntarle por su primera experiencia en un escenario, ya que este viernes participaba en una de las obras de la muestra de teatro infantil 'Teyci Bosco', convertida en toda una princesa de cuento.


Como ella, más de 425 escolares han saboreado el placer de los aplausos durante toda la semana, con un total de 22 obras representadas por 13 grupos escolares y asociaciones juveniles, y con un nuevo éxito de público, formado en su mayoría por orgullosos padres y abuelos.


Esta cita sirve cada año (y ya son treinta y cinco ediciones), para mostrarles a estos lo ensayado durante meses, pues supone, junto a la representación de fin de curso, la única ocasión de enfrentarse a un patio de butacas lleno.


En el caso del grupo 'La Conchinchina', que fue uno de los que este viernes echó el telón a la muestra teatral, tocó representar la historia 'Perdidas en el bosque', en un pequeño repaso por los clásicos de la literatura infantil a través del paseo de dos niñas extraviadas por un mundo de fantasía.


“Me gusta interpretar diferentes personajes, me divierte mucho, aunque paso muchos nervios”, explicaba Inés Abad, una de las componentes de la agrupación, a la que le tocaba hacer en la obra de una de las pequeñas perdidas. El grupo se formó en el colegio Pedro J. Rubio hace más de una década, y ensaya semanalmente en horario de 12.30 a 13.30 (en el rato libre de la comida), bajo las órdenes de Yeimi Cruz, que este viernes no escondía su orgullo entre bambalinas. Desde 9 a 12 años, las componentes, todas chicas, coinciden en señalar la diversión como el principal motivo de haber escogido esta actividad extraescolar. A las más pequeñas les tocaba hacer de Pitufos, mientras que Julia Arcas se convertía en el príncipe. “Nos toca hacer a todas de todo”, decía, con un bigote pintado en la cara.


“Yo fui a un campamento este verano en el que hacíamos funciones cada día, y como me lo pase tan bien, este año decidí formar parte del grupo del colegio”, comentaba Silvia Tosat, una de las debutantes, pese a ser de las de mayor edad del grupo. Otras habían descubierto el gusanillo de la interpretación desde hace años, algunas incluso desde la cuna. “Mi madre es actriz y a mi me gustaría también dedicarme a ello”, confesaba Alodia Almazán, que este viernes se convertía en la mismísima Caperucita Roja. “Yo llevo desde primero de primaria actuando, aunque mi madre ya me sacaba en sus obras haciendo de bebé”, relataba divertida.


El futuro de la escena oscense se sube al escenario



Desde interpretaciones de clásicos a obras musicales, durante toda la semana el escenario del Teatro Salesiano ha visto desfilar a todo tipo de personajes. La pérdida de la vergüenza a la hora de enfrentarse al público, el trabajo de memoria o la disciplina de los ensayos se convierten en algunos de los aspectos que más destacan profesores y padres a la hora de señalar los beneficios del teatro entre los pequeños.


La asociación de Antiguos Alumnos Salesianos de Huesca es la encargada cada año de organizar esta cita, con motivo de la festividad de San Juan Bosco. Dentro de esta misma celebración y con entrada libre, este domingo, 29 de enero se llevará a cabo el Concierto de San Juan Bosco, con la Orquesta de Cámara de Huesca, dirigida por Antonio Viñuales.

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