Ataviados con gorros de cocinero, los alumnos de Tierz descubrieron este martes cómo se amasa el pan y se prepara la repostería en la panadería de su pueblo. Fue su primer contacto con los productos de cercanía, dentro del proyecto ‘Del campo a la escuela’ que se lleva a cabo en el centro gracias a la colaboración de su Amypa y la comarca de la Hoya de Huesca. Era la primera de las seis sesiones programadas, en las que los pequeños podrán descubrir diferentes alimentos que se elaboran en su territorio. “Queremos que los niños tengan contacto con productos de proximidad, que los conozcan de primera mano y sepan valorarlos”, explican desde la asociación de padres y madres del centro.

Así, a lo largo de seis sesiones, los pequeños descubrirán a qué saben las flores comestibles que lleva a cabo la zaragozana Laura Carrera, tanto frescas como caramelizadas; probarán los quesos artesanos de Villa Villera o los batidos de Brio Frutal, todos producidos en Aragón. Aceite y almendras o garbanzos de ‘kilómetro cero’ serán otras de las propuestas que conocerán los más de 100 alumnos con los que cuenta el centro, comprendidos entre Educación Infantil y todos los cursos de primaria.

La actividad se lleva a cabo fuera del horario lectivo, después de la hora de comedor, durante algo menos de una hora en el propio centro escolar, a donde se acercan los diferentes productores a dar a conocer sus elaboraciones, para que los niños puedan no solo probarlos, sino atender y ser partícipes de su elaboración.

Como broche final para el proyecto, el último día se realizará una sesión enfocada a los padres, e impartida por el cocinero José Luis Cabrero, impulsor del proyecto de comedor ecológico en el CEIP Asunción Pañart Montaner de Aínsa. El chef les acercará las ventajas de llevar a cabo una cocina basada en productos de la zona, con un contacto directo con el productor.

Desde la propia Amypa de Tierz hace tiempo que se trabaja en la idea de sustituir el actual catering de línea fría con el que se da de comer a algo más de 90 niños que comen a diario en el centro por menús de cercanía y que se elaboren en el propio centro. En un proyecto que ya han presentado a la DGA y que se encuentran pendientes de tramitar.

Otro de los proyectos relacionados con la comida sana y el medio ambiente en el que trabajan los padres del centro es el de crear un pequeño huerto en el patio de recreo, y que ya ha recibido luz verde para llevarse a cabo en los próximos meses. “Queremos que los niños se impliquen en todo el proceso y conozcan cómo llega la lechuga hasta su plato”, explica Loreto Serrate, miembro de la asociación de padres y encargada de coordinar esta iniciativa.