"El mejor premio es que Guillén haya vuelto al aula"

El maestro de Monzón Javier Mur ha recibido un galardón del Ministerio de Educación por un proyecto en el que implicó
a todos los alumnos para enseñar a otro con cáncer.

Guillén –en el centro, de blanco, medio agachado y haciendo gestos–, con sus compañeros.
"El mejor premio es que Guillén haya vuelto al aula"
José L. Pano

El proyecto escolar ‘Guillén’ creado por el maestro Javier Mur, que permitió a un alumno de 9 años del Colegio Minte de Monzón no perder curso pese a sufrir un cáncer linfático, ha recibido el Premio Francisco Giner de los Ríos que convoca el Ministerio de Educación y la Fundación BBVA.


El proyecto se realizó durante el curso 2014/15, cuando al alumno de 4º Guillén Abadías se le detectó un cáncer. En su casa y en el hospital recibía la presencia de dos maestros que le impartían clases. Pero su tutor no quiso que Guillén perdiera su contacto con el aula e ideó una divertida pedagogía. "Tenía que hacer algo para ayudar a Guillén y que se sintiera dentro del aula. También quise que a los demás compañeros les sirviera. Grabamos las clases en vídeo para enseñar a Guillén y reforzar lo trabajado en el aula", explica. Así, los alumnos se convirtieron en ‘maestros con libertad de cátedra’ de Guillén y a través de ‘power points’, obras de teatro o murales publicaban vídeos en un blog contando lo aprendido en clase.


Guillén respondía con estímulos muy positivos ante el esfuerzo de sus compañeros y fue superando su enfermedad a la vez que pasó de curso. "Nosotros no curamos a Guillén pero conseguimos que cada día se levantara con una sonrisa y con ganas de volver al colegio. Independientemente que aprendiera más o menos, transmitimos un valor emocional, el calor de sus compañeros que lo querían de regreso", afirma Mur.


Guillén estudia ahora en el Monzón III, pero sigue conservando la amistad con sus compañeros y recuerda con cariño a su tutor: "Cuando empecé a tener la enfermedad, Javier no se quedó quieto y quiso ayudarme. Mis compañeros me mandaban vídeos y yo les respondía en el blog ‘El rinconcito de cuarto’. Gracias a eso aprobé el curso y demostré que siempre puedes tirar para adelante y nunca rendirte", relata Guillén. A sus 11 años, demuestra madurez y enorme gratitud por el docente y sus compañeros: "cuando iban justísimos, aún sacaban más tiempo para mí. Era chulísimo y me daban mucho ánimo. Nunca olvidaré ni a mis compañeros ni a Javier y siempre los llevaré en mi corazón".


Javier vive en Pontevedra, pero el miércoles se reencontró con Guillén en Madrid en el acto de entrega. "Es un orgullo recibir la distinción más importante que otorga el Ministerio, pero el mejor premio es que Guillén volvió al colegio sano", sentencia.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión