El Consejo Regional de la Nueva Aquitania sigue trabajando en la reapertura de la línea ferroviaria Pau-Canfranc-Zaragoza, tras recuperar el tramo entre Olorón y Bedous desde el pasado 26 de junio. Su presidente, Alain Rousset, ha remitido al Gobierno de Aragón una propuesta para que una sociedad mixta pueda gestionar la línea internacional.

Esta fórmula que no se suele utilizar en España se conoce como una "Convocatoria de Manifestación de Interés" (CMI) en Francia. Su objetivo es "identificar a los actores interesados en el diseño y la realización de la obra, su mantenimiento posterior, la explotación de servicios ferroviarios tanto de mercancías como de pasajeros, la financiación de la operación, la fórmula para "dar valor al patrimonio natural, histórico o turístico para incrementar el atractivo de la línea"; y toda propuesta relacionada con el proyecto que "facilite la reapertura".

Rousset ya ha reconocido públicamente que varias empresas (una canadiense y otra australiana) se han interesado por la reapertura de la línea, tanto en la construcción de la línea como en la posterior gestión del servicio. En la propuesta remitida a sus homólogos del Gobierno de Aragón admite que las dos regiones perciben el proyecto "como global y binacional" entre España y Francia, aunque no descarta que si es necesario puedan asumir competencias "en un tramo de línea por definir".

Del respeto a la complicidad

El consejero de Vertebración Territorial, Movilidad y Vivienda, José Luis Soro, reconoció que llevan unas semanas estudiando el proyecto de Aquitania, que ven con "mucho respeto e interés" en función de la decisión de la Unión Europea sobre la financiación de la línea transfronteriza. Pero esta receptividad con sus homólogos aquitanos ("con ellos hay una complicidad máxima en la reapertura", admite) no quita para que Soro recuerde que en España esta competencia de gestionar la línea férrea y la construcción de la misma es "pública" y depende jurídicamente del Gobierno central, es decir del Ministerio de Fomento.

"Nosotros pensamos en las empresas privadas para impulsar los trenes de las mercancías como usuarios de las líneas. Es un sistema diferente en Aquitania que en Aragón, pero también dependemos de la financiación que apruebe Bruselas y si entráramos en el plan Juncker hace falta que haya participación de empresas privadas en el proyecto", reconoce el consejero José Luis Soro, quien valora el empuje del presidente aquitano Alain Rousset.

La propuesta de la CMI apunta que las próximas cuestiones por afrontar son el último tramo francés, de Bedous a Canfranc (30 kilómetros); la modernización y la seguridad de la línea española, aún en servicio; así como la seguridad de los túneles ferroviarios de los dos países y el carretero de Somport (para esto se ha aprobado un estudio del programa europeo Poctefa); y la reapertura del tráfico ferroviario.

El Gobierno de Aragón mantiene una "lealtad institucional" y una "buena relación" con el Ministerio de Fomento, tanto en asuntos de gestión en vivienda como de transporte, por lo que cualquier propuesta de este tipo debería consultarla a Madrid.

Fuentes del Ministerio de Fomento consultadas por este diario confirmaron que cualquier proyecto sobre la construcción y la gestión de la línea debe pasar por el Gobierno central para que adopte una decisión al respecto.

"Una línea competitiva"

Soro destacó que el plan de la reapertura de Canfranc pasa por que sea "una línea competitiva", no solo para los turistas sino para recuperar el tráfico de mercancías en tren, que es "lo más importante para el proyecto logístico de Plaza en Zaragoza y Plhus en Huesca". "Hablamos de unir los puertos", apuntó el consejero en referencia a los de Valencia, Bilbao, Pasajes (Guipúzcoa), Barcelona, Tarragona, Burdeos (Francia) y hasta Rotterdam (Holanda).

"Existe un potencial real del proyecto del Canfranc. La estrategia logística es muy amplia con sus nodos", defendió el consejero de Vertebración Territorial, que tiene previsto transmitirlo a los gobiernos de las comunidades próximas a Aragón como Valencia y Navarra para sumarlos al tren del Canfranc. "Con Cataluña es difícil", reconoció José Luis Soro.

La captación de turistas en Francia para la estación de Canfranc, así como de capital galo para su restauración, forma parte de la estrategia del Gobierno de Aragón. "Si fuimos al primer salón Gourmand Experiences de Pau, que dedicaba un espacio para la gastronomía aragonesa, era para buscar la llegada de más turistas franceses a Aragón", señaló José Luis Soro.