Breve guía para aprender a hablar con las manos

La Agrupación de Personas Sordas de Aragón ofreció talleres prácticos para celebrar el Día Nacional de las Lenguas de Signos.

Talleres prácticos de lenguaje de signos en Huesca
Breve guía para aprender a hablar con las manos
R. C.

Aprender a hablar con las manos

La Agrupación de Personas Sordas de Aragón conmemoró en Huesca el Día Nacional de las Lenguas de Signos


Aprender que un mismo gesto, diferenciado con mínimos matices, puede significar 'sábado', 'cariño' o 'marrón' en el lenguaje de signos fue alguna de las cosas que aprendieron las decenas de personas que este fin de semana pasaron por el puesto instalado por la Agrupación de Personas Sordas de Zaragoza y Aragón (ASZA) en la plaza de San Antonio de Huesca. “Nuestro objetivo es dar a conocer la utilidad y el gran valor de la lengua de signos, además de reivindicar la aplicación de la Ley 27/2007, que reconoce su uso y regula los medios de apoyo a la comunicación oral de las personas sordas, con discapacidad auditiva y sordociegas”, explica Susana Gracia, del departamento de Educación y Familia de la entidad.


La celebración del Día Nacional de las Lenguas de Signos Española, el próximo día 14 de junio, fue el motivo de la programación de las actividades, que se prolongarán también durante el miércoles. “Se trata del segundo año desde que se instauró esta jornada. En la primera ocasión lo festejamos en Zaragoza y esta vez hemos querido venir también hasta Huesca, porque también aquí trabajamos desde la asociación”, explica Gracia.


Los diferentes talleres de lenguajes de signos que se realizaron durante la jornada, abiertos a todo el público, fueron las actividades más concurridas, ya que a través de una intérprete se realizó un pequeño acercamiento a este tipo de expresión. Cada uno de los asistentes pudieron aprender así a decir su nombre sin necesidad de hablar, o los días de la semana, los meses de año, y todas las curiosidades que cada nomenclatura entraña. “El mes de febrero tiene un signo tapando la cara en relación con el Carnaval, o el de abril recuerda al movimiento de la lluvia al caer, porque suele ser el mes del año más lluvioso”, explicó la intérprete.


Otro de los datos que más llamó la atención a los asistentes fue que no existe un lenguaje de signos universal, ya que como ocurre con la lengua hablada, varía en función de cada territorio. “En España están reconocidos los que equivaldrían al castellano y al catalán, aunque también se utiliza lo que, por territorio, sería el euskera o el gallego”.


Además, cada persona tiene su propio signo para definirse, similar al nombre, pero que en este caso es único. Un gesto o un elemento físico o de personalidad característico de cada individuo puede ser el detonante para que él mismo o su entorno le asignen su distintivo.


También se estableció una pequeña librería con publicaciones sobre la materia y se realizó un cuentacuentos sobre el libro 'Arriba las manos' de Marisol Arqued, que presenta a modo de adivinanzas el alfabeto de signos. Una decena de pequeños pudieron disfrutar con la peculiar lavadora de letras de la que se van extrayendo los acertijos de la publicación. Esta actividad, de la mano de su autora, se lleva a cabo en centros escolares y asociaciones, con el fin de que los niños vayan familiarizándose cada vez más con otras maneras de expresión.


Este tipo de acciones de normalización ya desde la infancia son otros de los pilares de la actividad de la ASZA, que cuenta con unos 500 socios en toda la comunidad autónoma. En Huesca son unos 76 los usuarios del centro que la asociación tiene en Huesca, en la calle Nuestra Señora Cillas de la capital oscense. En la ciudad, la labor de ASZA se engloba dentro de la Coordinadora de Asociaciones de Personas con Discapacidad (CADIS Huesca).


Clara Salamero es la encargada del centro oscense y una de las 30 técnicas de la asociación. En la programación de Huesca se aglutinan dos tipos de actividades, aquellas de ámbito más interno, dedicadas a la diversión y al ocio de sus usuarios, como talleres de manualidades, o de lectura y escritura, junto a otra faceta de tipo cultural. “Intentamos acercar todas las actividades que se desarrollan en la ciudad, y presentarlas con una intérprete también con el lenguaje de signos. Así, visitamos exposiciones, representaciones... o otras cosas de la agenda de la ciudad que no están adaptadas al disfrute de todos”, explica Salamero.


Esta es la gran reivindicación del colectivo, conseguir una total accesibilidad a todos los campos de la vida, además de un mayor respaldo de la administración. “La crisis económica nos golpeó fuerte. Intentábamos que toda nuestra oferta fuera gratuita, pero en algunos momentos nos resultó imposible”, lamenta Susana García, que aboga porque poco a poco y gracias a actividades como las de este sábado, vayan ganando en visibilidad tanto para los ciudadanos como para los políticos.

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