En el instituto Ramón y Cajal de Huesca dudaban este jueves sobre dónde colocar el premio que han ganado seis de sus alumnos de 2º de bachillerato, y que les permitirá el próximo mes de julio pasar diez días en Silicion Valley, en el principal centro de innovación del planeta, situado en San Francisco."¿En la vitrina de los galardones deportivos?","No sé, pero bien visible", se escuchaba en el vestíbulo del centro por la mañana. Acompañados de su profesora, Elisa Ereza, los jóvenes vencedores acudían este miércoles a Barcelona a recibir su trofeo, y al día siguiente, ya en Huesca, todo eran felicitaciones."Llevamos todo el día de llamadas, de los medios de comunicación, y de gente que se ha enterado. Estamos todavía aterrizando un poco", aseguraba uno de los alumnos, Miguel Lalueza.

Junto a Ada Garasa, Belén Franco, David Val, Carmen Casas y Daniel Valverde, son los autores de un bastón para invidentes que incorpora GPS y que fue elegido como una de las cinco mejores ideas entre los 1.313 proyectos presentados en toda España al concurso 'Desafío emprende', impulsado por la Obra Social de La Caixa. "Todavía no nos creemos que seamos los ganadores entre tantas propuestas", asegura Carmen Casas. Aunque a la vez todos confiesan que cuando participaron en el primer filtro de selección, compitiendo con otras 34 ideas, ya vieron sus posibilidades.

“A principio de mayo estuvimos en Barcelona defendiendo nuestro proyecto, en cinco días en los que realizamos muchísimas actividades, casi sin tiempo libre", relata Ada Garasa, que añade que pese a que otros llevaban ya el prototipo físico de su invento, el suyo estaban tan bien explicado que convenció igualmente sin haber llegado a materializarlo. "Preparamos muy bien la presentación, demostrando que era viable crear el bastón", dice.

Un dispositivo para conocer la temperatura del aceite en la sartén o una manta térmica con varias funciones pensando en los refugiados fueron otras de las propuestas vencedoras. Cinco en total, uno de un centro de Madrid, otro de Asturias y dos de Barcelona, además de los alumnos oscenses del Ramón y Cajal."Es el tercer año que participamos en este proyecto, en el que el objetivo es crear inventos que implicaran una responsabilidad social corporativa, pensando en colectivos más desfavorecidos o en el cuidado del medio ambiente", relata Elisa Ereza, la profesora que guió su participación, junto a la de los otros seis grupos que se presentaron del centro oscense.

Pese a que el carácter tecnológico de su proyecto invite a pensar lo contrario, los alumnos cursan la rama social del bachillerato. De hecho, la idea que finalmente desarrollaron, nació de la casualidad, un día que Lalueza paseaba por el centro de su ciudad. "Vi unas baldosas en la zona peatonal que tenían una rugosidad diferente, y me dijeron que eran a modo de sensor para los invidentes. Mi cabeza imaginó un dispositivo mucho más complejo que lo que realmente es -la única peculiaridad de estas baldosas es que son diferentes al tacto-, y pensé ¿por qué no?" explica el joven. Así nació su bastón que incorpora tecnología GPS y acelerómetro para facilitar el desplazamiento, que se erigió como el mejor en la tormenta de ideas inicial que realizó el grupo.

Ahora piensan ya en el viaje a Silicon Valley, programado entre el 8 y el 18 de julio, aunque son conscientes de que su estancia allí no será precisamente de placer."Tenemos preparadas muchas visitas a empresas y actividades, que tienen como fin seguir desarrollando nuestro proyecto, haciéndolo útil para más colectivos y añadiéndole otras aplicaciones", concreta Carmen Casas. Así, en septiembre deberán volver a Barcelona para mostrar cómo han aplicado los conocimientos adquiridos en su estancia, y que quizás puedan influir en su futuro, ya que a menos de un mes para la realización de la selectividad no todos tienen muy claro hacia donde quieren enfocar su vida profesional.