Padres, hijos y piezas de puzles
Las ludotecas de Huesca celebraron este sábado el segundo concurso intergeneracional de rompecabezas.
Los dinosaurios eran el motivo protagonista de las decenas de rompecabezas que este sábado se realizaron en el casino de Huesca. El emblemático edificio fue el lugar elegido ante la amenaza de lluvia para celebrar la segunda edición del concurso intergeneracional de puzles, que dobló la participación respecto a su primera entrega. "Nos hubiera gustado haberlo realizado en la plaza de Navarra, como estaba previsto, porque teníamos preparados otros juegos complementarios, como la realización de un puzle gigante, pero ante el mal tiempo, hemos pensado que lo mejor era trasladarlo", apunta José Miguel Sánchez, coordinador de las ludotecas municipales de la ciudad, organizadores de la actividad.
Los cronómetros se ponían en marcha a la voz de "tres", con un reto por delante, el de terminar un rompecabezas en el menor tiempo posible agrupados en parejas: un niño y un adulto. Divididos en tandas, los pequeños se apresuraban a poner en orden la estampa prehistórica que reproducían las piezas.
Algunos tenían hasta sus trucos: "Empiezo haciendo el marco, y así luego paso a la zona de dentro", explicaba Manuel Laguna, de 8 años, que realizó la actividad acompañado de su padre, y que repitió el rompecabezas una vez finalizada la competición. "Cuando era más pequeño siempre le gustaba hacer puzles, pero la verdad es que con la gran cantidad de deberes que tienen ahora, es hasta complicado que saquen tiempo para jugar", lamentaba su padre.
En total fueron 38 las parejas que participaron en la categoría 'Mini', con puzles de 100 piezas, destinados a niños de entre 5 y 8 años, y otras 14 lo hicieron en la categoría 'Maxi', con rompecabezas de 300 piezas. "Entre las categorías, los puzles son idénticos, cedidos todos por Educa para la realización de la actividad", concretaba Sánchez.
Violeta Melendo, de 9 años, conseguía finalizar el más complicado con la ayuda de su tío. "La verdad es que me ha resultado bastante difícil, porque había muchos personajes", explicaba la pequeña, que señalaba uno de los dinosaurios como la parte más complicada de resolver, ya que lo oscuro de su piel hacía muy similares las piezas. Su hermano Miguel, de 5 años, completaba el de 100 piezas en compañía de su madre, quedando el segundo de su tanda.
Los siete primeros en finalizar su rompecabezas en cada uno de los turnos recibieron diferentes premios, donados por las jugueterías de la ciudad, como Imaginarium, Eureka Kids, Juguettos, Zarandajas y Más que Hobbit. Además, todos los participantes fueron obsequiados con un bono para las ludotecas de la ciudad.
Entre ronda y ronda hubo tiempo para otros juegos y puzles, de niveles más variados, y procedentes de las diferentes ludotecas de la ciudad, en el que los más pequeños reprodujeron imágenes de la Abeja Maya o de los Pingüinos de Madagascar.
