Un emotivo vídeo, junto a unas placas de reconocimiento y una lámina con un poema de Luis García Montero fue el reconocimiento que entregó Cruz Roja este viernes a sus socios. La entidad quiso homenajear a todos sus colaboradores, tanto particulares como empresas, en un acto celebrado en su sede en la capital oscense.

“Aunque son los voluntarios la cara más visible de Cruz Roja, sin las aportaciones económicas de sus socios, mucho más anónimos, no podrían llevarse a cabo ninguno de los proyectos”, explicaron desde la entidad para dar justificación al acto. Actualmente, cuentan en todo el territorio altoaragonés con 16.317 socios, además de 340 empresas colaboradoras y un total de 2.700 voluntarios.

El presidente de Cruz Roja en Huesca, Antonio Vallés, destacó “la solidaridad de la provincia”, ya que, señaló, “el 8% de la población total de Huesca colabora con Cruz Roja”. Vallés invitó a los diferentes comités locales y a todos los socios a visitarles con frecuencia, y conocer de primera mano las actividades y proyectos, “para saber a qué y cómo se destinan sus donaciones”.

“Ojalá dentro de un par de años Cruz Roja tuviera que desaparecer, porque no le encontráramos sentido, al no haber nadie que esté pasando apuros, pero me temo que seguirán siendo muy necesarias agrupaciones como la nuestra. Mientras haya una persona que lo necesite, Cruz Roja estará allí”, añadió Vallés.

Entre los homenajeados, se desplazó hasta Huesca Maribel Agustín, presidenta de la asociación de amas de casa Sultana del Cinca, con base en Fraga. “Llevamos muchos años colaborando con Cruz Roja, además de manera activa, pues estamos presentes en las diferentes actividades de concienciación que llevan a cabo en la ciudad”, aseguró la presidenta de la agrupación para explicar su vínculo con Cruz Roja. Era la primera vez que asistían al acto, debido a que “Fraga nos queda un poco lejos”, pero agradecieron que Cruz Roja se hubiera acordado de todos sus colaboradores.

El reconocimiento quiso centrarse también en las diferentes empresas que colaboran de una manera u otra como socios. “No se trata de una rendición de cuentas, sino de una demostración de hasta dónde llega vuestra valiosa ayuda”, aseguraron durante el acto.

Entre ellos, la compañía oscense Gráficas Alós, cuyo propietario Vicente Alós, explicaba con orgullo que el apoyo a Cruz Roja se remonta a generaciones anteriores de la empresa familiar, “y espero que lo continúe mi hijo”, dijo. Este también acudió al acto y aseguró coger el testigo de su padre, destacando la amplia labor de la entidad social. “Es muy admirable la amplitud de su trabajo, ya que pueden llegar desde una familia oscense que lo esté pasando mal, hasta en la ayuda humanitaria a países afectados por un desastre natural”, aseguró José Vicente Alós. Su padre reforzó la idea en la línea de que con las aportaciones que se realizan a Cruz Roja “tienes una seguridad y una garantía de que van a llegar a gente que realmente lo necesita”.

El acto contó como clausura con la actuación de Toño Julve, acompañado de su grupo, Cantares a Granel, que interpretaron algunas jotas escritas por el propio cantante oscense en honor a la ciudad, como 'Un peregrino en Huesca'. Cerró el homenaje su interpretación,junto a Isabel Boli y Rosa Piracés, de 'S'ha feito de nuei'.