Un ganadero se topa con un oso en Bisaurri

Los alcaldes de la zona norte de la Ribagorza hablan de la "impotencia" y "desesperación" de los vecinos por la presencia del animal salvaje

El pastor fotografió al oso acercándose a su rebaño
Fotografía de archivo tomada por un pastor de Castanesa en junio de un oso acercándose a su rebaño
Heraldo

El oso ha vuelto a dejarse ver en la Ribagorza. Esta vez fue un ganadero de San Feliu de Veri (Bisaurri) el que se topó con el animal salvaje. Es el segundo encuentro en la zona norte de la comarca, después de que a finales de junio un pastor fotografiara a un ejemplar en el municipio de Castanesa mientras atacaba su rebaño dentro de un cercado.

El último caso se produjo el pasado 6 de septiembre por la tarde. El pastor se lo encontró a tan solo 20 metros de distancia, mientras estaba revisando su rebaño de vacas en un paraje cerca de Coll de Fadas. Fue él quien tuvo que dejar sus labores y retirarse para que el animal continuara a sus anchas por una finca de propiedad privada, según ha explicado la alcaldesa de Bisaurri, Pilar Saludes.

Este último caso ha llevado a Saludes y a los alcaldes de Montanuy, Esther Cereza, y Laspaúles, Ignacio Espot, a suscribir un comunicado en el que señalan que los vecinos de la Ribagorza sienten “impotencia y desesperación”. Han explicado que este ganadero hace más de 10 años que convive con la presencia del oso, supuestamente Sarousse, un ejemplar afincado en la zona del macizo del Turbón. "Ha explicado que le desaparecen terneros y no los encuentra hasta pasadas semanas o meses escondidos en medio de bojes o zarzas. Son ataques de oso en montes de matorral muy amplios, difíciles de localizar, que no se pueden demostrar científicamente porque desaparece y no se encuentran de forma inmediata para poder localizar los restos”. En ocasiones, aseguran, “técnicos del departamento le han apuntado que si quiere verificar científicamente que es del oso, ya que no han encontrado huellas, debe de transportar a la res hasta Zaragoza para hacerle las pruebas pertinentes. No es lógico que el ganadero aun tenga que cargar con estos costes”.

Recuerdan que en esta zona de la Ribagorza, desde hace más de un año, además de convivir con el oso, se convive con el lobo. A su juicio, los habitantes del territorio se están viendo “amenazados” por “una sobreprotección de la fauna salvaje y una desprotección de quien realmente cuida esta montaña, la ganadería extensiva”. Los alcaldes piden un cambio legislativo en materia de protección de fauna salvaje.

Al igual que ocurrió con el ataque de Castanesa el 27 de junio, no se han localizado huellas porque había llovido y no se pudo llegar al lugar un día después. Para el Ayuntamiento de Bisaurri, apunta la alcaldesa, queda más que demostrada la “ineficacia” del protocolo de actuación y de los medios de los que disponen las brigadas de vigilancia.

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