Los vecinos de Montañana, contra una tasa de 2.500€ de abastecimiento de agua

El Ayuntamiento sostiene que este enclave "tiene un tratamiento especial porque está en un sitio especial".

Puente a la entrada de la villa medieval de Montañana, en Huesca.
Puente a la entrada de la villa medieval de Montañana, en Huesca.
Ángel Gayubar

Los vecinos del núcleo medieval de Montañana, en la Ribagorza oscense, tienen claro que existe un precio que no están dispuestos a pagar: 2.500 euros por inmueble por la tasa de abastecimiento de agua y alcantarillado.

Los cerca de 30 hogares afectados en este pueblo catalogado como Conjunto Histórico-Artístico consideran "una burrada" este tributo que deben pagar al ayuntamiento del que dependen, Puente de Montañana, con el que de momento no han conseguido llegar a un acuerdo para revisar la tasa.

Según explica el alcalde del ayuntamiento cabecera, Puente de Montañana, Javier Bergua, el enclave de Montañana "es un pueblo que tiene mil años de historia, con sus condiciones particulares", que se rigen por un plan especial desarrollado por el departamento de Patrimonio del Gobierno de Aragón.

Así, en el cercano Puente de Montañana (que no goza de esa distinción histórico-artística), los propietarios costean la conexión, realizada por la constructora, y pagan una tasa de 250 euros por el contador y el trabajo del fontanero.

Mientras -puntualiza Bergua- en Montañana, debido a su protección especial, el trabajo de llevar el agua de la tubería general al domicilio lo tiene que hacer el ayuntamiento, con la supervisión adicional de un responsable de patrimonio.

El alcalde mantiene que este trabajo supone de media, según un informe técnico, unos 2.200 euros, a los que se suman los 250 euros que también se pagan en Puente de Montañana. El resultado: la tasa en esta pedanía de origen medieval se eleva a 2.500 euros.

"En Montañana la conexión la tiene que hacer el ayuntamiento, mientras que en Puente de Montañana se ocupa el vecino. Allí está principalmente la diferencia del precio", distingue el representante municipal, quien recuerda que las obras en este enclave "tienen un tratamiento especial porque están en un sitio especial" regulado por el plan de patrimonio.

Mientras, los propietarios de las viviendas en Montañana defienden que "quieren pagar lo que es justo e incluso un poco más, pero no 2.500 euros", cifra que, según explica uno de ellos, Francisco Martínez, no saben de dónde procede, por lo que quieren "sentarse a hablarlo y razonarlo".

"Somos los primeros que sabemos que este tipo de ayuntamientos las pasan 'canutas' para poder sobrevivir. Hemos dicho por activa y por pasiva que queremos pagar, pero queremos pagar lo que es justo", insiste Martínez, quien emprendió la rehabilitación de la casa en 2008 y que acude a pasar la temporada estival y fines de semanas.

Es el mismo caso que la mayoría de los vecinos que pasan largas temporadas en este pequeño núcleo medieval que tampoco escapó de la despoblación y en el que nadie reside durante todo el año.

Las desavenencias entre el ayuntamiento cabecera municipal y los vecinos de la pedanía se remontan al año 2016, cuando el agua llegó hasta el núcleo urbano de Montañana después de años reclamándola.

Hasta ese momento el pueblo se había abastecido con un depósito. El alcantarillado, que todavía no había llegado, se suplía con una fosa séptica.

"En 2014 se aprobó una ordenanza de que el precio de la conexión del contador serían 250 euros. La sorpresa es que en año 2016 vuelven a revisar la ordenanza y nos la suben a 2.500 euros. Se multiplica por 10", sostiene Martínez.

Los vecinos de Montañana se sienten, por tanto, "indefensos ante una ordenanza municipal", por lo que ya han dado los primeros pasos para organizar una asociación.

Además, argumentan que la infraestructura para hacer llegar el agua a las casas fue subvencionada y no costeada por el Ayuntamiento de Puente de Montañana.

"El coste para el ayuntamiento es cero, y para conectar un tubo e instalar un contador nos cobran 2.500 euros", manifiesta Martínez, quien recalca que los vecinos de Montañana quieren pagar ese tasa, pero no a un precio que consideran una "salvajada".

De momento, el consistorio les ha permitido pagar la tasa en 5 plazos de 500 euros, una cuenta que están saldando asesorados por un abogado con la esperanza de llegar a un acuerdo para reducir el tributo y con la "última intención" de llevar el conflicto a los tribunales, donde solo piensan acudir "si no queda más remedio".

Pero el primer edil de Puente de Montañana insiste en que una ordenanza es una norma municipal que hay que cumplir y que "no la pueden echar para atrás", mientras que manifiesta que "el empedrado de Montañana no lo tiene que tocar el vecino, y esa es la diferencia principal".

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