Dimite el presidente del Patronato del Parque de Posets con críticas a la política sobre el lobo y el oso

José María Agullana (PSOE) justifica su renuncia, después de tres años, por discrepancias con el Gobierno aragonés

José María Agullana ha sido alcalde de Montanuy y ahora es concejal
José María Agullana ha sido alcalde de Montanuy y ahora es concejal
Rafael Gobantes

El conflicto por la presencia del lobo y el oso en la Ribagorza y la política de ayudas a los ganaderos por parte de la DGA ha sido el desencadenante de la dimisión presentada por José María Agullana al frente del Patronato del Parque Natural Posets-Maladeta. En la carta alega "discrepancias" con el departamento de Desarrollo Rural y Sostenibilidad, encabezado por el consejero Joaquín Olona. De esta forma, pone fin a tres años en la presidencia, aunque seguirá siendo miembro del organismo, al que lleva vinculado más de 20 años (desde su creación), en su condición de representante de Montanuy, uno de los municipios del espacio protegido.

Él argumenta la renuncia en sus desacuerdos con la política medioambiental del departamento, que han ido a más en los últimos meses por la posición de la DGA respecto al lobo y al oso, dos especies presentes en su municipio. "Esto ha sido la puntilla, pero me voy por un cúmulo de circunstancias", afirma Agullana, del PSOE, que remitió la carta de dimisión al consejero el pasado 27 de julio. Sus críticas se refieren también a la gestión forestal en las zonas de montaña, las políticas de empleo o las subvenciones en el área de influencia de los espacios protegidos y el escaso peso del Patronato en la gestión. Respecto a esto último, denuncia que se entera del orden del día de las reuniones horas antes.

En cuanto a la presencia del lobo en la Ribagorza, reprocha a la DGA haber informado tarde a los afectados, ya que las cámaras habían fotografiado un ejemplar en octubre, "y no nos lo dijeron hasta la primavera". El oso tampoco despierta simpatías en la zona, donde a principios de junio se produjeron varios ataques. Agullana es de la opinión de que la ganadería extensiva es "incompatible" con estas especies.

Critica además la escasez de las ayudas a los territorios afectados por la presencia de la fauna salvaje y de las subvenciones vinculadas al desarrollo de las zonas periféricas del Parque, así como la escasa repercusión en el empleo. "En el Parque trabajan 24 personas, ocho de ellas solo dos meses, y además no se tiene en cuenta la vecindad. Se contrata a gente que viene de León o Barcelona y que ni siquiera viven en Montanuy, que viven en Pont de Suerte (Lérida)". Desde la creación del Parque Natural, el municipio ha pasado de 400 a 150 habitantes. "Lo protegemos todo menos a la gente. Se legisla desde un despacho de Zaragoza, sin contar con los habitantes del territorio", denuncia.

Agullana es ahora concejal, pero ocupó la Alcaldía entre 1999 y 2015, por lo que le tocó vivir en primera línea el gran incendio de 2012 en el valle de Castanesa, que obligó a desalojar 14 pueblos y arrasó 2.700 hectáreas. "He conocido tres gobiernos autonómicos, ninguno ha hecho nada por la gestión forestal, y si volvemos a tener otro incendio se nos quemarán los pueblos. Sacaron cuatro árboles quemados al lado de la carretera y ahora está el monte igual o peor. Es una selva", denuncia, cuestionando las trabas medioambientales para la limpieza de la masa vegetal. Menciona asimismo el frustrado proyecto de ampliación de la estación de esquí de Cerler hacia ese valle, que habría conllevado un importante desarrollo para toda la comarca

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