Jóvenes de cinco países rehabilitan los viejos vagones de tren de la estación de Canfranc

Un campo de trabajo permite recuperar un vehículo que fue calcinado en un acto vandálico

Los 19 jóvenes trabajan en la rehabilitación de este vagón estacionado en Canfranc.
Los 19 jóvenes trabajan en la rehabilitación de este vagón estacionado en Canfranc.
Laura Zamboraín

Diecinueve jóvenes de entre 18 y 26 años de Francia, República Checa, Alemania, México y diferentes partes de España están contribuyendo a la recuperación del patrimonio de la estación internacional de Canfranc. Participan en un campo de trabajo, organizado por la Asociación Sargantana y perteneciente al programa de Voluntariado y Solidaridad del Instituto Aragonés de la Juventud, que consiste en la rehabilitación de un vagón situado en el andén francés, propiedad de la Asociación Zaragozana de Amigos del Ferrocarril y Tranvías (Azaft).

Se trata de un antiguo coche de tercera clase del Ferrocarril Central de Aragón. De alto valor patrimonial, sufrió un incendio por actos vandálicos hace unos años. Es un vehículo de especial relevancia, declarado Bien catalogado de Patrimonio Cultural Aragonés. Tras el incendio, quedó totalmente calcinado, aunque la estructura se ha podido recuperar y con los trabajos de restauración realizados por estos jóvenes quedará como salido de la fábrica.

Una vez finalicen los trabajos, formará parte de la visita guiada de la estación de Canfranc, como ocurre con el restaurado en el campo de trabajo del año pasado. Tal y como explica Víctor López, director del campamento, todavía quedarían por rehabilitar en próximos años dos vagones y una locomotora.

"Cuando llegamos estaba en muy mal estado y lo primero que tuvimos que hacer fue vaciar de carbón todo el vagón", dice Cristina Gobantes, llegada a Canfranc desde La Rioja. De hecho, el grupo de Whatsapp que han creado se llama ‘viva el carbón’, "porque salimos negros el primer día", bromean. Luego, "nos dividimos en diferentes grupos, de manera que están los encargados de lijar, para después aplicar una imprimación y sellarlo con la pintura", añade.

Aunque el trabajo es duro, se muestran orgullosos de cómo está quedando. Los trabajos se centran en mejorar el aspecto exterior del vehículo, tanto en la caja como en el techo. Los participantes colocarán ventanas opacas para no visualizar el interior del vagón, arreglarán las goteras y el techo y lo pintarán y rotularán. Además, procederán a la limpieza de los habitáculos y colocarán puertas interiores.

La mayoría de los jóvenes eligieron este campo de trabajo por la estación, "y porque me gustan mucho los trenes", reconoce Marcelo Marroquín, de Valencia. "Es bonito trabajar en un tren en un entorno como este viendo las montañas, y además es más fresco que en el sur", subraya. El ambiente entre ellos es "genial", ya que además de realizar los trabajos, se trata de una actividad pensada para conocer gente y hacer nuevas amistades. Pilar Santoyo, de Ciudad de Aguascalientes (México) está conociendo Canfranc y su historia gracias a este campo de trabajo. "Buscaba un lugar en España y me gustó este proyecto. Está siendo muy satisfactorio", apunta.

Finalizará este domingo después de dos semanas. Alterna el trabajo en el vagón con un programa de actividades "que es lo que le diferencia de las acampadas o colonias", según explica Adrián Gimeno, director del Instituto Aragonés de la Juventud, que junto al alcalde de Canfranc, Fernando Sánchez, conocieron el martes a los jóvenes participantes y la importante labor que están realizando. Durante estos días están acercándose al entorno de Canfranc. Pasaron un fin de semana en el refugio Buenavista para ascender después al pico de la Moleta, y realizaron una excursión al ibón de Estanés.

450 campamentos

Gimeno ha recordado que en Aragón hay 12 campos de trabajo en las tres provincias. "Este es uno de nuestro programa de 2018, y es especial por lo que implica por el patrimonio y la simbología que tiene esta estación". Ha añadido que Aragón es "tierra de actividades juveniles", acogiendo un total de 450 hasta agosto, superando las 437 del año pasado. Más de 25.000 menores están participando en ellas y se prevé que a finales de año se haya superado el récord que se logró en 2016 con 465. Concretamente, en toda la comarca de la Jacetania hay un total de 104, en las que participan un total de 7.113 menores y 1.211 monitores, además de 347 personas de apoyo.

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