Los repobladores siguen okupando La Selba un año después del juicio
Fueron absueltos de delito de usurpación aunque, por la vía administrativa el TSJA reconoció a la CHE su derecho a recuperar los terrenos.
Un año después de que llegara a los tribunales la ocupación de la aldea de Bediello y la masía de La Selba, la familia integrada por Oriol Font, Cora Herrero y sus tres hijos sigue viviendo en esta zona despoblada del Sobrarbe junto a sus animales, olivos y frutales y en buena sintonía con los habitantes de La Fueva, núcleo en el que están empadronados.
Las edificaciones de la zona fueron expropiadas en el año 1977 a raíz de la fiebre de los pantanos que provocó al desalojo de tantos otros pueblos de esta comarca pirenaica. Propiedad de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) y en medio de una extensión de terreno forestal cercana al embalse, la masía de La Selba permaneció abandonada durante casi cuarenta años. Hasta que llegaron los repobladores en el año 2010. Eran 12 jóvenes procedentes de Cataluña y Aragón dispuestos a emprender una nueva vida al margen del modelo de vida que imperaba en la ciudad.
Un año después de su llegada, arrancó un dilatado proceso contencioso administrativo en el que la Confederación solicitaba su desahucio. Fruto de este proceso, se dictó en julio de 2016 una resolución por la que se acordaba la recuperación posesoria de las fincas, resolución que fue corroborada meses después por el Tribunal Superior de Justicia de Aragón al desestimar el recurso de los repobladores.
Sin embargo, la Confederación se topó ante el dilema de cómo hacer efectivo ese derecho. Según explicó en su momento el organismo, varios informes emitidos por el personal de vigilancia forestal y técnicos de su Comisaría de Aguas concluían que la ocupación de los inmuebles de Bediello y La Selba implicaba "una situación de grave riesgo" de incendio forestal. Para evitar tener que asumir responsabilidades en caso de incidente, la CHE decidió abrir una nueva vía y presentar una denuncia ante la Fiscalía Provincial de Huesca para tratar de esclarecer las eventuales responsabilidades penales de los repobladores y solicitar el desalojo de los inmuebles ocupados como medida cautelar.
Pero la vía penal tampoco sirvió a la CHE para alcanzar sus objetivos. El juzgado oscense recriminó al organismo haber acudido a lo penal existiendo una sentencia del TSJA que le daba la razón. El juez le reconoció de nuevo la titularidad de los terrenos y su "legítimo derecho a recuperarlos" pero decidió absolver de cualquier responsabilidad penal a las nueve personas que fueron identificadas como los repobladores iniciales.
La sentencia esgrimía, además, que para que exista delito de usurpación tiene que haber posesión por parte de la propiedad y, en este caso, la CHE tenía las casas abandonadas y las quería derribar. Además, redundaba en que, en contra a lo que concluían los informes de la CHE, la presencia de los repobladores podría ayudar a reducir el riesgo de incendios forestales.
La sentencia insufló todavía más fuerza a los okupas de La Selba y en este último año han seguido acometiendo mejoras en los edificios de la zona, siendo un importante punto de inflexión la celebración de las 'Jornadas de Okupación y Resistencia Rural'. En ellas, participaron unas 130 personas que, durante diez días, ayudaron en la construcción del horno y el tejado del nuevo obrador, la preparación de nuevos terrenos como huertas, el arreglo de las pistas de acceso y la reparación de la fachada de Casa La Selba.
