Atrapados en el refugio de Góriz: "Ya tenemos teléfono; frutero, ve preparando el mochilón"

El temporal de viento y nieve en Góriz ha dejado incomunicados a los guardas durante varios días; y las ventanas del comedor, cubiertas de nieve.

Tras pasar varios días incomunicados, sin internet ni teléfono a causa del temporal, parece que la calma va volviendo poco a poco al Refugio de Góriz, donde no obstante no ha parado de nevar y permanecen varios accesos cerrados desde la semana pasada.

"En estos momentos tenemos un temporal de viento fuerte y frío, ráfagas de 80 km/h y -12 grados; de tener 190 centímetros de nieve hemos pasado a 150 por el viento, pero en zonas de ventisqueros hay mas de tres metros, como las ventanas del comedor que están completamente tapadas", informa Ibán Urbieta, uno de los guardas que habitan el refugio.

Aunque a lo largo de este lunes ha sido imposible contactar con ellos, varios trabajadores del refugio han ido informando paulatinamente de su situación desde el pasado miércoles, cuando se quedaron sin teléfono y con el acceso a la pradera de Ordesa cortado desde el puente de los Navarros por el fuerte riesgo de aludes.

"Ya tenemos teléfono; frutero, vete preparando el mochilón. Tenemos 150 centímetros de nieve, ha soplado muchísimo viento estos días formando placas en las laderas sur y este; hay riesgo de nivel 4 por encima de los 2.000 metros y el acceso a la pradera de Ordesa sigue cerrado al tráfico", publicaban este viernes en un post.

Las estampas publicadas en redes sociales para informar a montañeros y visitantes del estado de la zona acumulan cientos de 'likes' y compartidos. No obstante, precisan los guardas, esta situación no es "excepcional" en Góriz, donde a 2.200 metros de altura "se pueden dar nevadas importantes bien entrada la primavera", comentan.

A pesar de las condiciones climatológicas, el Refugio abre todos los días del año y en él siempre hay dos personas para repartirse el trabajo. "Este invierno no ha tenido muchos días de anticiclón, y las condiciones de la montaña no han permitido mucha afluencia montañera al refugio. Todavía tenemos comida para rato, pero la fruta y verdura fresca se acabaron hace mucho", cuenta Urbieta a HERALDO.es.

Imagen del Refugio de Góriz, tras las últimas nevadas.

Por lo general, quienes llegan a él en invierno son "gente preparada, montañeros que tienen una idea clara de lo que quieren hacer", pero aun con todo siempre preguntan y piden consejo a los guardas antes de salir a la montaña. "Si tienen que pasar por alguna zona comprometida nos preguntan antes o para informarse de cómo está el riesgo de avalanchas, el estado de la huella si existiera, etc.", explican.

Aunque han sido varias las nevadas que este año les han dejado incomunicados, los guardas aseguran que sus familias están ya "acostumbradas" porque conocen el lugar donde se encuentran. "Saben que aquí contamos con todas las facilidades. Mi hijo Mikel, de 12 años, siempre me ha conocido con este trabajo, y le parece de lo más normal", confiesa Urbieta.

En redes sociales, cada vez que las comunicaciones lo permiten, los trabajadores del refugio dan cuenta casi a diario de su situación, el estado de la nieve, los riesgos que les rodean, pero también las bonitas estampas que a menudo les regala su trabajo en el Parque Nacional de Ordesa. "Nos encanta ver que la gente disfruta con las fotos de los paisajes y nuestro día a día, y también acercarlo para que la gente pueda verlo desde sus casas", destacan

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