Senderista, varón y de 41 a 50 años, los que más se accidentan

El número de rescates en montaña en Aragón bajó un 8% en verano, pero la Guardia Civil lo atribuye a un dato “coyuntural”.

El médico del 061 Fernando Desportes muestra el material sanitario al consejero Sebastián Celaya, el alcalde de Riglos, Francisco Torralba, y el general de la Guardia Civil Carlos Crespo
El médico del 061 Fernando Desportes muestra el material sanitario al consejero Sebastián Celaya, el alcalde de Riglos, Francisco Torralba, y el general de la Guardia Civil Carlos Crespo

Un varón, de entre 41 y 50 años, no federado, que va sin guía y sobreestima sus posibilidades. Este es el perfil de la persona que se accidenta en la montaña, según los últimos datos, correspondientes a la campaña de verano (del 1 de mayo al 31 de octubre), que ha dado a conocer este lunes la Guardia Civil. El centro Arcaz de Riglos ha servido también para advertir de los peligros de la montaña en los meses que se avecinan, una vez iniciada la temporada invernal, cuando las temperaturas extremas y la nieve marcan las incidencias a las que deben dar respuesta los grupos de rescate de Panticosa, Jaca, Boltaña, Benasque y Huesca.

El pasado verano hubo 308 auxilios en Aragón, con 450 rescatados: 13 fallecidos, 216 heridos y 191 ilesos. Representan un 8,6 por ciento menos de intervenciones que en el mismo periodo del año anterior, un 35% menos de víctimas mortales y un 11% más de lesionados. Según el teniente Santiago Gómez, jefe de los Greim en la Comunidad, “el descenso puede ser coyuntural”, aunque se observa que los excursionistas van “mejor equipados” y sigue algunos consejos como avisar a los familiares de dónde van. No obstante, se sigue observando que la mayor parte de los accidentados “hacen actividades para las que no están preparados física o técnicamente, o igual no es el día, o no tienen la suficiente experiencia”, ha apuntado.

Por su parte, el teniente coronel Francisco Javier Vélez, jefe de la Comandancia de Huesca, ha afirmado que en verano son más las personas que practican actividades al aire libre. El récord de rescates está el fin de semana del 5 y 6 de agosto, con más de una docena de intervenciones en menos de 48 horas, entre ellas la evacuación de un centenar de personas en el entorno del refugio de La Renclusa, “cuando una tormenta a 2.200 metros estuvo a punto de provocar una tragedia”.

El 42% de los rescatados en la temporada estival practicaban senderismo, el 20% progresaban por terreno abrupto, el 17% hacían descenso de barrancos y el 8% escalaban. Los tropiezos y las caídas generaron más de tres de cada diez accidentes, mientras que los problemas físicos estaban presentes en el 13% de los casos, y los extravíos, en el 8%, el mismo porcentaje que las caídas en vertical.

Analizando todos los datos, el perfil es el de un hombre (59% de los casos), de entre 41 y 50 años (24%), no federado (67%), que realiza una actividad sin guía profesional (90%), pero en compañía de otra persona, y que tiene el accidente, en un 49% de las veces, por la sobreestimación de sus posibilidades. En la misma proporción aparece la falta de nivel técnico, en un 42%, la baja preparación física y en el 31% de los accidentes se observan carencias en la planificación de la actividad.

El teniente coronel ha hecho mención expresa a la campaña de prevención de accidentes y control de actividades guiadas e intrusismo puesta en marcha por la Guardia Civil, que se saldó con 72 denuncias en 54 inspecciones a empresas de turismo activo. Las infracciones tenían que ver con normativas autonómicas de turismo, agua, espectáculos, acampada, medio ambiente o sanidad. Vélez ha agradecido el apoyo que los grupos de montaña reciben del 112, del servicio sanitario con el que los especialistas comparten las guardias o de los responsables de los refugios.

El Delegado del Gobierno en Aragón ha ofrecido los datos desde el 1 de enero. Ya han fallecido 16 personas, en 375 intervenciones, con 554 rescatados y 281 heridos. Gustavo Alcalde ha insistido en la importancia que tiene seguir las recomendaciones de los especialistas. “Tanto en invierno como en verano hay una serie de recomendaciones que son de obligado cumplimiento: Ir bien preparados, con el material y la ropa adecuados, preparar con antelación la ruta, decir a dónde vamos a ir, conocer nuestras limitaciones, revisar las condiciones meteorológicas, saber renunciar a una ruta si no estamos preparados, si nos fallan las fuerzas o si empeora el día”, ha dicho Gustavo Alcalde, haciendo hincapié en que “muchos rescates serían evitables” y que las negligencias que en ocasiones se cometen ponen en riesgo la vida de los rescatadores, aunque estos estén preparados para actuar en las peores condiciones. “No hay límites ni distinción, ni motivo que impida prestar un servicio, aún jugándose la vida”, ha manifestado.

De cara a la temporada invernal, el jefe de los Greim ha recordado que aunque no haya nevado mucho, “ahora es cuando la montaña está muy peligrosa, ya que hay poca nieve, pero está muy dura, y muchas veces la gente no va bien equipada (con crampones, piolet y casco)”. “Los primeros días de nieve hay bastantes accidentes porque hay muchas ganas de esquiar”, ha  precisado el teniente Gómez.

El rescate en Aragón tiene tres patas. Además de los Greim y de la unidad aérea, juegan un papel fundamental los médicos del 061. El acto de Riglos ha servido también para hablar del trabajo de los sanitarios. “Nuestra idea es seguir la senda de la colaboración, que ha dado unos resultados magníficos. De hecho, en otras comunidades autónomas nos están copiando”, ha manifestado el consejero de Sanidad. Hay asignada una plantilla de 11 médicos y 7 enfermeras, personal del salud pero con una titulación específica para trabajar en rescate en montaña. Sebastián Celaya ha anunciado que se quieren buscan fórmulas para incorporar a más gente a estos equipos para facilitar el relevo generacional.

Por su parte, Juan Pérez Nievas, coordinador de la unidad de montaña del 061, se ha referido a la reestructuración en marcha y ha pedido que se potencie “un servicio tan alabado como el nuestro, una colaboración tan importante entre la Guardia Civil y el 061 Aragón, y aprovechar las dificultades para avanzar”. Ha confiado en que el Gobierno de Aragón así lo hará. Y es que pocas comunidades autónomas (solo Asturias, Cantabria y Cataluña) realizan un rescate medicalizado como el de Aragón, en el que los sanitarios se desplazan con los helicópteros hasta el lugar del accidente, ya sea un barranco de Guara o un pico de 3.000 metros. Otras lo están intentando.

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