Tres médicos en el banquillo por el caso de la niña de Fraga que se tragó una pila

Piden penas de tres años de prisión y cuatro de inhabilitación por un presunto delito de negligencia.

Aránzazu Mármol con su hija Ares delante del centro médico de Fraga en imagen de archivo
Aránzazu Mármol con su hija Ares delante del centro médico de Fraga en imagen de archivo
Heraldo.es

El 22 de diciembre de 2010, Ares M. M., una bebé de 11 meses, se tragó la pila del mando a distancia del televisor que había caído al caído al suelo y comenzó su calvario, y el de su familia. El viernes que viene, casi siete años después de aquel aciago accidente, los tres médicos que la atendieron en el centro de salud de Fraga se sentarán en el banquillo del juzgado de lo Penal número 1 de Huesca acusados de mala praxis o negligencia porque en las radiografías que le hicieron no se detectó la batería, que sí se localizó en unas pruebas posteriores llevadas a cabo en el hospital Arna Vilanova de Lérida.

Las acusaciones, la madre y el fiscal, solicitan para los especialistas las penas de tres años de prisión y cuatro de inhabilitación y indemnizaciones diversas a la menor por los daños y secuelas presentes y futuros, de cuyo pago hacen responsable civil subsidiario al Gobierno aragonés y la aseguradora de los médicos.

La madre de la pequeña, Aránzazu Mármol, ya denunció en su día que las placas reflejaban la zona del pecho, pero no de la garganta, que es donde estaba alojada la pila. Tras la primera exploración en el centro de salud de Fraga, el facultativo envió a la niña a casa. Lo mismo ocurrió los días 24 y 25 de diciembre, cuando la mujer volvió a llevar a la niña porque su estado había empeorado. Los dos médicos le diagnosticaron bronquitis aguda.

Días después, Aránzazu Mármol decidió llevar a su hija al hospital de Lérida, donde le realizaron una radiografía en la que sí se veía que la pila botón estaba en la garganta. Para entonces, Ares tenía quemadura química con perforación esofágica y traqueal por la degradación de la batería , además de dañadas la cuerdas vocales. Estuvo 95 días ingresada en el hospital San Juan de Dios de Barcelona, donde le practicaron una traqueotomía y hasta 20 intervenciones. Las operaciones continúan , según la madre, y la niña precisa de cánulas y máquinas para respirar, además de no poder hablar y comer solo triturado. El 26 de enero de 2011, la madre denunció lo ocurrido ante la Guardia Civil.

El abogado de Mármol, Aldo Valero, no descarta que en la primera jornada del juicio las partes puedan llegar a un acuerdo en cuanto a la responsabilidad penal de manera que no apliquen las penas máximas, pero estará supeditado a la posibilidad de convenir todos los elementos de este juicio. "Si conseguimos aunar voluntades para entendernos en el tema civil es posible que también se pueda llegar a un acuerdo en cuanto al tema penal", indicó el letrado. No obstante, de momento, las negociaciones están en "un punto neutro porque no hay respuesta por parte de la compañía de seguros y nosotros continuamos con nuestra pretensión original, que es la celebración del juicio", añadió.

Valero explicó que la mala praxis se comete cuando alguien, teniendo los medios al efecto no los emplea de la manera adecuada para obtener un diagnóstico, "que es lo que pasó aquí". "Le hicieron a la niña una radiografía para descartar si se había tragado una pila y se olvidaron de mirarle las tres vértebras de arriba, entre la boca y el principio de la laringe, y ahí estaba la pila, por desgracia", apostilló.

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