Los grupos de rescate celebran sus 50 años con la gratitud de los montañeros "por su eficacia y generosidad"

De los guardias civiles que evitaban el paso de los maquis por la frontera nevada del Pirineo nacieron las primeras unidades de esquiadores y escaladores, y estas se convirtieron a su vez en el germen de los actuales Grupos de Rescate e Intervención en Montaña (Greim), que ayer conmemoraron en Murillo de Gállego, frente a los Mallos de Riglos, su 50 aniversario. Jaca y Boltaña fueron pioneros y en este medio siglo se han creado otros cinco en Aragón (Benasque, Panticosa, Huesca, Tarazona y Mora de Rubielos), que este verano han realizado el 60% de todos los rescates llevados a cabo por la Guardia Civil en territorio español.

La celebración, presidida por el director general del cuerpo, José Manuel Holgado, continuará hoy en Jaca con un acto militar en la Ciudadela donde se impondrá al Servicio de Montaña la Cruz de Oro del Mérito de Protección Civil. Allí habrá una representación de los 26 grupos de intervención repartidos por todo el país.

El programa arrancó ayer tarde en Murillo de Gállego, donde más de un centenar de personas asistieron a una exhibición de rescate en los Mallos. Las imágenes se pudieron seguir en directo en una pantalla gracias a las cámaras colocadas en los helicópteros, que permitían ver de cerca el trabajo de los especialistas, no exento de riesgo. No en vano, en estos años han fallecido siete guardias y cuatro pilotos en servicios o entrenamientos.

Entre los invitados al acto destacaba especialmente el colectivo montañero. Allí estuvo Félix Méndez, quien fuera presidente de la Federación Española en 1967. Él habló a la Guardia Civil por primera vez de la necesidad de importar el modelo de rescate de los gendarmes franceses.

Tampoco se quiso perder la celebración el actual presidente de la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada (Fedme), Joan Garrigós, quien recordó que la Comisión Internacional de Socorro Alpino considera al español uno de los mejores del mundo, junto con los de Italia, Suiza y Francia. "El colectivo montañero les debe mucha gratitud, por su profesionalidad, por su eficacia y también por su generosidad, por dedicar su vida a socorrer a las personas que necesitan ayuda en situaciones difíciles en la montaña y porque en muchos momentos los rescatadores arriesgan su integridad física e incluso su vida".

Garrigós rememoró los tiempos en los que el rescate lo realizaban voluntarios de las propias federaciones y se refirió a la diversidad de cuerpos con competencias en esta misma función en todo el país. "Los montañeros somos los cliente de estos servicios y vemos que se hacen con plena colaboración", afirmó.

El presidente de la Federación Aragonesa, Luis Masgrau, reiteró el agradecimiento y habló de la evolución de estos grupos. "Hemos visto cómo llegó el helicóptero en los años 80, y en los 90 la medicalización del socorro. En estos momentos estamos plenamente satisfechos, porque cuando salimos a la montaña, los aragoneses y los visitantes tenemos la certeza de que en caso de accidente contamos con los mejores recursos".

Junto a los presidentes de las federaciones había representantes de numerosos clubes de montaña aragoneses y también se invitó a guardas de refugios. Entre las autoridades destacaban agentes que han hecho historia en el rescate, como el teniente general Laurentino Ceña, uno de los fundadores de la unidad de helicópteros con base en Huesca y actualmente hombre de confianza del ministro del Interior como jefe del Mando de Operaciones Territoriales de la Guardia Civil.

Fernando Rivero, teniente de la Jefatura del Servicio de Montaña de la Guardia Civil, explicó cómo en los últimos años ha habido un incremento de los accidentes paralelo al aumento de la gente que realiza actividades al aire libre. Abogó por aumentar las campañas de prevención y sobre todo por disponer de una estadística fiable para saber por qué ocurren y actuar en consecuencia.

En los meses de julio y agosto, los de más actividad, la Guardia Civil realizó en la provincia de Huesca 166 salvamentos. En total hubo seis fallecidos y fueron auxiliadas 265 personas. Curiosamente, en el verano del 50 aniversario, el número de rescates descendió un 16%.