Veinticuatro horas después de quedar extinguidos los dos incendios de Barbastro y de Graus, que arrasaron más de 50 hectáreas de pinar y monte bajo, el Seprona de la Guardia Civil y los agentes de Protección de la Naturaleza de la DGA continúan investigando las causas.

En el primero, la principal hipótesis sigue apuntando a que se debió a una acción humana, aunque está por determinar si fue de forma intencionada o negligente. De momento, ha quedado localizado "sin ningún género de dudas" el foco de inicio del incendio en la antigua cruz de Santa Bárbara, justo debajo de los depósitos de agua que abastecen a la ciudad del Vero, y tanto la Guardia Civil como los APN han empezado a tomar declaraciones a paseantes que caminaban por esa zona y que alertaron al 112 en torno a las 18.30 al ver las llamas.

Uno de ellos es un vecino de Barbastro que prefiere preservar su identidad y que aseguró ayer que "iba caminando y vi a 50 metros un coche verde alejarse a toda velocidad de la cruceta de Santa Bárbara en dirección al Pueyo, y al momento comenzaron a arder unos matojos de hierba. Cuando llegué había un círculo quemado de unos veinte metros. De haber estado más cerca hubiera podido hasta apagarlo yo, pero hacía mucho viento y el fuego se propagó rápidamente por una zona de escombros". Dentro del coche vio a cuatro jóvenes de unos veinte años, añadió.

En Graus, unos cables eléctricos

En el caso del fuego de Graus, la DGA ya aventuró el martes que la causa más probable podría haber sido un tendido eléctrico. Ayer, agentes del Seprona, tras localizar el punto de inicio del incendio, recogieron los cables para que el Laboratorio de Criminalística aclare si sufrieron un cortocircuito. Si es así, tendrán que determinar si hubo alguna negligencia o falta de mantenimiento.