La tradicional subida de la Virgen despide las fiestas

Almudévar pone el punto final a sus festejos con juegos regionales, música aragonesa y la  procesión de regreso a la ermita.

Momento de la salida de la Virgen de la Corona de la iglesia para volver a la ermita.
Momento de la salida de la Virgen de la Corona de la iglesia para volver a la ermita.
Javier Broto

La tradicional procesión de subida de la Virgen de la Corona en Almudévar concluye unas fiestas que comenzaron el miércoles pasado. Vecinos, mairalesas, quintos, músicos y danzantes se congregaron a las 20.30 en la puerta de la iglesia parroquial para acompañar a la patrona en su ascenso hasta su morada, en la ermita del pueblo que abandonó el jueves también en procesión. "Este acto es uno de los más simbólicos y congrega a un gran número de personas, además de marcar el final de las fiestas", explicó Antonio Labarta, alcalde de Almudévar.

El último día de los festejos contó con actividades dirigidas a toda la familia. A las once de la mañana adultos y niños pudieron disfrutar de una sesión de juegos tradicionales aragoneses. Tiro de barra, competición de rana, anillas y hoyetes o pulsos de picas fueron algunos de los juegos que practicaron los participantes que se animaron a competir. Después de la comida, flautas, chiflos, gaitas y un amplio elenco de instrumentos folclóricos sonaron en Almudévar de la mano de la banda aragonesa de música Olga y los Ministriles, que amenizó la tarde con un concierto en la plaza España.

Para terminar, a las 0.00 la programación incluía la traca de final de fiestas y el lanzamiento de fuegos artificiales en el campo municipal de fútbol para dar por finalizadas unas fiestas en las que el frío ha causado algunos inconvenientes a lo largo del fin se semana. Las bajas temperaturas del sábado impidieron que se instalase el tobogán de 100 metros de longitud, ya que la mañana "fue invernal". El resto de actos tuvieron "bastante afluencia de gente, pero no con la masificación que suele haber otros años cuando el tiempo es favorable", indicó Labarta. "Aún así, hemos participado en todos los actos y afortunadamente no hemos sufrido ningún altercado grave", añadió.

Además, este año se han combinado actividades tradicionales con otros actos más novedosos. El jueves y viernes tuvieron lugar las habituales rondas del farol y de la galera, protagonizadas por los quintos y mairalesas del pueblo, y el pasacalles pirotécnico que consiguió calentar la fría noche del viernes.

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