La Guardia Civil ha dado con el conductor que el pasado día 16 supuestamente atropelló a una ciclista de 16 años y se dio a la fuga, en Castejón de Sos. La menor, vecina de Bilbao, resultó herida de gravedad al ser arrollada por un vehículo cuando circulaba por la carretera A-139 entre esa localidad y Benasque junto a un grupo de amigos. Se dirigía a un campin de Sesué donde estaba pasando sus vacaciones.

En un primer momento la Guardia Civil confirmó que el conductor había sido identificado y que estaba haciendo gestiones para su localización. No fue hasta el pasado día 25 cuando el Grupo de Investigación de la Agrupación de Tráfico procedió a su imputación. Según ha informado esta mañana la Comandancia, el investigado es un hombre de 35 años, vecino de la comarca de la Ribagorza, al que se acusa de ser el supuesto autor de un delito de lesiones graves por imprudencia grave y otro por omisión del deber de socorro. Ahora está citado a declarar en el juzgado de Boltaña.

El accidente ocurrió a las 21.30, cuando un vehículo inició una maniobra de adelantamiento a otro turismo, en el momento en que cuatro ciclistas circulaban en sentido contrario, colisionando con uno de ellos, la menor de 16 años, causándole heridas graves. El conductor abandonó el lugar del accidente sin ofrecer auxilio a la accidentada, pese a que fue plenamente consciente del atropello. Como consecuencia del impacto en la parte izquierda del vehículo, el retrovisor se rompió.

El coche apareció en un desvío próximo a la localidad de Chía. Tras la reconstrucción de los hechos y la obtención de huellas, y gracias a las manifestaciones de los testigos de los hechos, se pudo determinar la forma en la que se produjo el accidente y la supuesta conducta delictiva por parte del conductor que provocó los hechos. Además del citado grupo de investigación y del equipo de atestados, han colaborado en la investigación agentes del puesto de Seguridad Ciudadana de la Guardia Civil de Benasque.

Según el Reglamento General de Circulación (artículo 85.4), queda expresamente prohibido adelantar poniendo en peligro o entorpeciendo a ciclistas que circulan en sentido contrario, así como que una vez iniciado el adelantamiento, si se producen circunstancias que puedan hacer difícil su finalización sin provocar riesgos, debe reducirse la marcha y volverá de nuevo a su carril.

La ciclista sufrió fractura de cúbito y radio en un brazo, con herida abierta, y también lesiones en la pierna izquierda, justo las partes expuestas a la carretera. Se desplazaba con unos amigos de un pueblo a otro cuando ya no había mucha visibilidad en la carretera, pues eran más de las nueve de la noche.