Benabarre cierra su programación veraniega con la Festa de la Coqueta

La XIV edición ha servido de escaparate para el sector alimentario y la restauración de la localidad.

Varios restauradores locales prepararon más de 4.000 tapas, que se unieron a las 2.000 coquetas.
Benabarre cierra su programación veraniega con la Festa de la Coqueta
Á. G.

La decisión tomada hace seis años de trasladar la Festa de la Coqueta al amplio recinto del parquin de La Obaga se revela como tremendamente acertada y explica el salto de calidad y de respuesta popular a esta festividad etno-gastronómica con la que Benabarre cierra su programación veraniega.

La Festa llegaba en esta ocasión a su decimocuarta edición consolidada, con su propuesta dúplice de convertirse en altavoz de las bondades culinarias de la humilde coqueta –o torteta, como es conocida en otras zonas altoaragonesas– y de escaparate del activo sector de la industria de transformación agro alimentaria y de la excelente restauración local, basada en buena medida en la sabia utilización de esos productos –quesos, chocolates, azafrán, cervezas artesanales, embutidos y carnes de primera calidad– que han hecho de Benabarre un referente de la ‘slow food’.

Centenares de personas se sumaron al festejo y disfrutaron tanto de las exquisitas tapas elaboradas por los establecimientos participantes este año –el bar Sol y Sombra, el hostal restaurante Delgado, la cafetería El Carmen, Chocolates Brescó y los restaurantes Mars, Can Pere, Arp y Els Cremalls de Tolva– como de la degustación gratuita de las coquetas asadas in situ sobre grandes parrillas. Al final fueron unas 4.000 las tapas servidas y más de 2.000 las raciones de coqueta repartidas entre los asistentes que, un año más, se sorprendieron con el buen hacer de los mondongueros benabarrenses, artífices de la gran coqueta de unos 16 kilos de peso que es el estandarte de la celebración.

En esta ocasión, el equipo dirigido por José María Prior elaboró la masa con una complicada estructura tricolor que maravilló a propios y extraños y dejó boquiabiertos a los televisivos Javier Segarra y Daniel Yranzo, que actuaron como mantenedores y animadores de la fiesta.

El parquin de La Obaga abrió sus puertas pasadas las 21.00 con la degustación de las tapas de los establecimientos integrados en el colectivo Benabarre Sabor, y no fue hasta prácticamente una hora después cuando comenzó el proceso de elaboración de la gran coqueta y el asado de las pequeñas coquetas blancas y negras repartidas luego entre los asistentes. Paralelamente a estas actividades se desarrolló una de las propuestas con mayor emotividad de la jornada: la celebración de los talleres dirigidos al público más joven que son un guiño a la tradición en la elaboración del producto y un acicate para que los participantes se interesen por estas labores y no las dejen perder en el futuro.

La demostración del buen hacer de las mondongueras veteranas, que pudo ser seguida en directo en una gran pantalla, la música en directo y los comentarios de Segarra e Yranzo animaron el desarrollo de una fiesta que se prolongó hasta bien entrada la madrugada bajo la sombra protectora del imponente castillo benabarrense.

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