La avería de la telecabina que comunica la estación de esquí de Panticosa con el pueblo, que ha obligado a desalojar a decenas de personas por carretera, se ha podido reparar y el transporte a vuelto a funcionar en torno a las 17.00 de este jueves, según han confirmado fuentes de Aramón, propietaria de la estación, que en los meses de verano mantiene abiertas sus infraestructuras para que los turistas puedan subir a las pistas.

El incidente se ha producido sobre el mediodía. La telecabina ha sufrido una avería y se ha parado cuando viajaban en ella unas 20 personas, la mitad de subida y la otra mitad de bajada, pero se han puesto en marcha los motores de emergencia para poder completar el trayecto.

Arriba en la estación había en esos momentos en torno a 200 personas, de acuerdo con la información facilitada por algunos testigos. Algunos han bajado andando, otros llevaban bicicletas y para aquellas personas que lo desearan, Aramón ha puesto a su disposición vehículos, que los han llevado por una pista forestal que comunica con el casco urbano de Panticosa. La empresa ha utilizado 16 todoterrenos, de las estaciones de Formigal y Panticosa, y un autobús 4 por 4.

En el mes de agosto, unas 500 personas suben a diario a las pistas. La empresa no pudo precisar cuántas había en la estación en el momento de la avería. Unos bajaron a pie, otros en los 4 por 4 y los que esperaron pudieron tomar la telecabina en el regreso.

“La salida ha sido muy ordenada. Todo el mundo estaba muy tranquilo, de buen humor. La verdad es que el clima acompañaba. Por parte de Aramón, muy bien, porque han organizado las filas y los accesos a los vehículos, y dábamos preferencia a los niños más pequeños o a la gente mayor. Además el restaurante ha abierto más rato para dar servicio”, ha explicado Marta Torra, una zaragozana que pasa unos días en el Pirineo y que había subido a las 10.00. Tras hacer una excursión a los ibones y volver a coger la telecabina, ha visto que estaba parada. “Hemos esperado un rato y como tardaba en ponerse en marcha, hemos decidido quedarnos a comer en la estación. Veíamos que hacían pruebas, pero no se podía subir. Sobre las tres menos cuarto se ha empezado a organizar la bajada”. Calcula que había entre 200 y 300 personas allí en esos momentos. Ella, al final, utilizó el transporte de la estación, una vez quedó reparado. “Algunos prefirieron bajar en todoterreno, no se fiaban”, ha apuntado.

En el invierno de 2013, quedaran atrapados más de 1.000 esquiadores en el centro invernal cuando el fuerte viento obligó a parar la telecabina, único enlace que existía entre la estación y el pueblo.