Boltaña premia a su vecino número 1.000 y busca ya al 1.033

El Ayuntamiento regaló una estancia en la playa y varios detalles conmemorativos al joven que se empadronó en esa cifra.

El vecino número 1.000 de Boltaña, premiado
El vecino número 1.000 de Boltaña, premiado
Ayuntamiento de Boltaña

Suma y sigue. En el Ayuntamiento de Boltaña recibieron con alegría las cuatro cifras en su padrón, pero no quieren que se quede allí, y después de lanzar una iniciativa para premiar al vecino número 1.000, ahora piensa ya en encontrar a aquel que sume 1.033 habitantes a su población. “La respuesta hacia la primera campaña fue muy buena, así que hemos querido continuar incentivando que lleguen nuevos vecinos o que los que ya están aquí se empadronen. Por eso, hemos fijado un número no redondo como es el 1.033, que nos pareció más gracioso”, explica José María Giménez, alcalde de la localidad altoaragonesa.

No quieren decir por cuantos habitantes van ya, para que tenga más emoción el momento de alcanzar la cifra fijada, “aunque estamos ya cerca”, apunta Giménez, que valora muy positivamente la repercusión que ha tenido esta iniciativa, ya que, asegura, “aunque nació como algo curioso, como un simple reclamo para captar la atención y a animar a empadronarse a aquellos que ya llevaban un tiempo residiendo en la localidad, finalmente ha concienciado a la gente de la importancia que tiene empadronarse”.

Entre sus nuevos vecinos, varias parejas jóvenes con niños, gente que ha encontrado trabajo en Boltaña o que cuenta con una segunda residencia y finalmente han optado por empadronarse allí. “Además hay una familia con cinco miembros que llegará en septiembre”, anuncia el alcalde, que destaca también la importancia de este repunte de la población para los servicios del pueblo. De hecho, esa fue la idea que defendieron a la hora de poner en marcha la campaña. “Más allá de tener un número u otro, nuestro objetivo es poder llegar a esos servicios y ayudas que dependen de la población que está empadronada en el municipio, y que pueden cambiar solo con un habitante más o menos”, explicaban entonces.

Aquel que consiga sumar el número 1.033 en el padrón de la localidad recibirá un reconocimiento similar al que se le ha concedido ahora a Mauricio Robledo, que fue nombrado vecino número 1.000 la pasada Semana Santa, solo unos días después de que el Ayuntamiento lanzara en sus redes sociales la campaña de promoción. “Llevaba ya tres años y medio viviendo aquí, y tenía idea de empadronarme, pero lo iba aplazando por unos motivos u otros, hasta que vi la iniciativa y finalmente me decidí”, explica Robledo, de 35 años y natural de Colombia.

Una estancia en la playa para dos personas, una placa con el escudo del pueblo y un diploma han sido los regalos que se la han concedido a su vecino, en un acto con el alcalde y varios concejales de la localidad, que el homenajeado describe como “muy emotivo y familiar”.

“No esperaba recibir tanto, mi idea era algo más simbólico, pero ha sido toda una sorpresa positiva”, añade, en referencia a ese viaje que le han regalado, y que ya solo piensa en disfrutar. “En estos días tenemos mucho trabajo, pero ya esto intentando encontrar unos días libres para poder disfrutarlo”, puntualiza visiblemente entusiasmado, pues su empleo como conductor le llevan estos días de verano a cubrir la ruta por el cañón de Añisclo en autobús, ya que se ha cerrado al paso de otros vehículos.

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