Los ganaderos de Benasque utilizarán drones para controlar los rebaños en alta montaña

El proyecto empleará sensores para detectar varios parámetros como la ubicación o la temperatura del ganado.

Aurelio García (izquierda) y Miguel Ángel López posan con el prototipo del dron.
Los ganaderos de Benasque utilizarán drones para controlar los rebaños en alta montaña
Ángel Gayúbar

La tradicional Feria Ganadera de Benasque del día del Pilar fue el escenario elegido por sus promotores para la presentación oficial del proyecto ‘Drones para Ganadería Extensiva de Alta Montaña Ixorigué Project’, una iniciativa puesta en marcha por la Escuela de Negocios del Pirineo, Esnepi, la Junta de Propietarios del Monte de Estós y la empresa especializada Hemav que tiene el respaldo del Gobierno de Aragón.


Se trata de un proyecto pionero, ahora en fase de perfeccionamiento, que aboga por la aplicación de las nuevas tecnologías al control de los ganados trashumantes y los no estabulados por medio de pequeñas aeronaves. Toma el nombre del cernícalo –el ixorigué en el patués vernáculo– como símbolo del vuelo vigilante sobre el territorio y promete convertirse pronto en una herramienta fundamental de apoyo a los pastores y ganaderos.


Su origen conecta diferentes inquietudes de la zona. Por un lado, estaba la comunidad de propietarios del Monte de Estós, un territorio comunal que acoge ganado trashumante las campañas de verano y cuyos integrantes apuestan por la innovación. Ellos habían pensado en la forma de utilizar drones y sensores para la gestión del ganado.


Por otro, la Esnepi había organizado un encuentro de jóvenes con nuevos proyectos que aplican la innovación y la tecnología a la economía de montaña. Entre ellos estaba el ingeniero aeronáutico grausino Carlos Ferraz, cuya empresa Hemav trabaja en la utilización de los drones para fines agrícolas y ganaderos. "Vimos que se podía aplicar esta tecnología a la ganadería de alta montaña, pusimos en relación a unos y otros y empezamos a trabajar en el proyecto", explica el portavoz de Esnepi, Aurelio García.


La iniciativa se encuentra en una fase muy avanzada y aboga por el uso de unos sensores que recojan distintos parámetros sobre el ganado como su identificación, ubicación, actividad, el estado de los pastos, los itinerarios que recorren las reses o su temperatura que, como recuerda García, es un aspecto "crítico" de los animales en momentos como los del parto. Estos datos, recogidos por los drones, se remiten a la ‘nube’ –la central que procesa la información– donde se almacenan los resultados, se generan las alertas pertinentes y se crea la cartografía de la situación de los animales que componen el rebaño. Esta se rebota a los pastores y demás usuarios del programa.


Miguel Ángel López, presidente de la Junta del Monte de Estós, apunta que, para que sean eficientes, los sensores tienen que emitir a una distancia corta porque, en caso contrario, son muy costosos de instalación y consumen mucha energía. Los sensores se conectan con los drones, cuyo manejo requiere una especialización y una titulación avalada por la administración. Por ello, varios pastores y ganaderos jóvenes de la zona están ya realizando cursos formativos.

Geoposicionamiento

Por medio de un sistema de geoposicionamiento, estos pilotos controlan al ganado y hacen pasar la aeronave por las zonas donde se encuentra para que capten las señales emitidas por los sensores que, una vez recogidas, se remiten al centro de procesamiento de datos que en menos de 15 minutos devuelve al interesado un informe detallado sobre cada animal y las posibles alertas que debe tener en cuenta. Las pruebas realizadas han dado unos resultados muy positivos.


"Estamos trabajando en el desarrollo de la parte de la sensórica, que es nuestro mayor reto", comenta García señalando que el problema con el que se han encontrado es que la primera parte de la financiación del Gobierno de Aragón acaba de llegar hace unos días "y no nos ha permitido trabajar de lleno en la campaña de verano que acaba de finalizar". Debido a esto, deberán retomar los trabajos de campo en la trashumancia de 2017, cuando vuelvan las vacas a la montaña.


El nombre elegido para esta iniciativa es una declaración de intenciones. "Estuvimos hablando con un experto en la lengua local y nos indicó que un pájaro que es como un dron por su forma de mantenerse prácticamente inmóvil en el cielo es el cernícalo, el ixorigué que hemos elegido como emblema", recuerda García.


La apuesta por encontrar una tecnología válida para hacer más eficiente el trabajo de los pastores y la rentabilidad de las explotaciones ganaderas sigue su curso. En el horizonte de los promotores del ‘Ixorigué Project’ está que el Valle de Benasque se convierta en referente global del manejo de la ganadería extensiva de montaña con nuevas tecnologías. Aunque ahora la ‘nube’ y sus análisis de resultados están en Barcelona –donde está la sede de Hemav–, hay un compromiso firmado de ubicar el centro de datos para este proyecto y el uso de su tecnología en la villa pirenaica.


Paralelamente, se estudia emplear esta tecnología drónica y sensórica en otras aplicaciones a la economía de montaña como la prevención de aludes, los rescates o el uso recreativo.

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