Amor de altura en la tirolina del Valle de Tena

Un joven pidió matrimonio a su novia antes de descender de la atracción en una de las actividades nocturnas.

Momento de la pedida
Momento en que icipón de E

La cuenta atrás antes del lanzamiento por la tirolina de Valle de Tena de una joven de Benasque estuvo acompañado de la pregunta “¿Quieres casarte conmigo?” de su novio, que esperaba junto a ella, ya que se trata de una atracción doble. La perpleja novia escasamente tuvo tiempo de contestar “sí” antes de deslizarse por el kilómetro de longitud, con más de 120 metros de altura. Una vez abajo, ya pudieron besarse, para sorpresa de los responsables y el resto de visitantes, que contemplaron en directo este miércoles por la noche la romántica escena. El joven se puso de rodillas y ofreció una flor a la que será su futura esposa, que asegura no esperarse algo así cuando ese mismo día habían decidido acudir a conocer la tirolina más grande de Europa.


Ambos se encuentran algo abrumados por la repercusión de su original pedida, ya que les llueven las felicitaciones después de que los responsables de la atracción colgaran una foto en sus redes sociales. Todavía no tienen fecha para el enlace, aunque en el mismo lugar contaron hasta con ofertas para oficiar la ceremonia.


Fue, sin duda, el momento más romántico dentro de la noche de luna llena, en la que la atracción se mantuvo en funcionamiento también en horario nocturno, para darle un plus todavía mayor de emoción a la ya de por sí intensa experiencia de deslizarse por ella. “Si lo haces por el día lo más impresionante son las vistas, pero si lo haces sin ningún tipo de luz utilizas el resto de sentidos, y es una sensación totalmente diferente”, explica José Luis Salicio, gerente de la tirolina, que fue testigo del momento de la petición.


Para ello, los días 31,1 y 2 de septiembre han organizados saltos nocturnos desde las 22,30 y hasta las 0,30. “Durante el verano hemos abierto los días de luna llena y los de luna nueva, para poder ver la luz de ésta sobre el embalse de Búbal, en otro espectáculo muy bonito, y también para poder deslizarse en total oscuridad”, comenta Salicio.


La atracción se ha convertido en todo un fenómeno que atrae cada día a una media de 300 turistas y que ha revolucionado la vida del pueblo. Visitantes de Lérida, Zaragoza o Pamplona acuden expresamente para probar la experiencia, que tiene un coste de 15 euros.


La actividad se estrenó el pasado 12 de julio y da trabajo a 14 personas. Parte del mirador de Hoz de Jaca y su punto de llegada está en el Ferrero de Torre, cerca de la presa de Búbal, ya que sobrevuela todo el pantano. Tras el aterrizaje, los visitantes recorren a pie unos metros de una pista forestal, donde los trabajadores de la misma atracción les recogen para llevarles en todoterreno de nuevo a Hoz de Jaca.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión