Los viveros agroalimentarios inaugurados hace un año en las localidades de Biescas y Jaca han comenzado a dar sus frutos y algunos de los emprendedores allí instalados han empezado a comercializar ya unos productos que destacan por su exclusividad y su indiscutible arraigo pirenaico.

Vino procedentes de las viñas más altas de la península ibérica, champán de sauco, pacharán con trufa negra, cordero ansotano o cabrito del monte Oroel son solo algunos de los productos que han empezado a elaborarse y comercializarse en los viveros impulsados por la Asociación para el Desarrollo Integral de la Cuna de Aragón (Adecuara).

La iniciativa surgió como respuesta a una necesidad: la de impulsar el sector agroalimentario en las comarcas de La Jacetania y el Alto Gállego. De modo que los viveros se concibieron como una especie de 'coworking agroalimentario' que permitiese a los emprendedores con recursos limitados acceder a unas instalaciones adecuadas para la elaboración de sus productos.

Una de las primeras salas que entró en funcionamiento fue la equipada con todo lo necesario para la fabricación de vinos y licores. Gracias a ella, Pilar Gracia y Ernest Guasch han podido sacar partido a las cepas que plantaron en Barbenuta a 1.200 metros de altitud hace cuatro años. Estos dos enólogos estaban convencidos de que tenían que subir en altura para ganar en acidez, pero no podían permitirse la inversión que supone una bodega. Tras la vendimia de 2015 utilizaron el vivero entre septiembre y febrero y convirtieron en realidad una pequeña producción 300 botellas que han utilizado como prueba y para darse a conocer. Este año esperan alcanzar las 2.000 botellas y empezar a comercializarlo.

En esta misma sala trabajaron también Carlos Ascaso y Lola Royo, los promotores de una variedad de pacharán elaborado a base de endrinas de Loarre y trufa negra.

Estos días, además, se ha dado a conocer otro producto que genera mucha expectación: la carne de cordero ansonato que despieza, asa y envasa José Antonio Brun. Un manjar a base de una variedad autóctona del Pirineo aragonés que Chenta Pirineo prepara en el obrador equipado para el despiece y el envasado de productos cárnicos del vivero agroalimentario y que distribuye ya en Biescas, Ansó, Puente La Reina y Jaca ya listo para consumir. Tan buena ha sido la acogida que José Antonio ya piensa en ampliar la distribución a Huesca y Zaragoza.

En el obrador de Biescas, además, se ha terminado este verano de preparar el primer queso del vivero. Adecuara informó hace unos días de que Ana María, Javier y Ricardo terminaron el 6 de agosto su primera prueba en la quesería de Biescas, aunque todavía hay que esperar a que madure el producto antes de probarlo.