La familia del aragonés desaparecido en Nepal viaja a Langtang en busca de indicios

La familia del joven aragonés Mitxel Pizarro, desaparecido en el terremoto que asoló hace un año Nepal, ha viajado al valle de Langtang en busca de indicios sobre el lugar exacto en el que fueron localizado los restos de su pareja, la cántabra Isabel Ortiz.

Un año después de que la tierra provocara un cataclismo que provocó la muerte de 9.000 personas y que sacudió con especial la zona de Langtang, Estíbaliz Pizarro, hermana del joven Mitxel, está pendiente de las comunicaciones que realiza desde Nepal su marido para informarle de la situación.

Su marido forma parte de una expedición organizada por 'Un granito de arena por Nepal', un pequeño movimiento puesto en marcha por el matrimonio junto a un grupo de oscenses para colaborar en la reconstrucción del país, pero que también busca al tiempo indicios de su familiar en la zona de Langtang.

Estíbaliz ha explicado que este domingo su marido le comunicó que había localizado en Katmandú las mochilas que habían dejado Mitxel e Isabel con todo lo que no necesitaban para realizar una travesía a pie por el valle de Langtang.

El grupo, además, colabora en la construcción de una vivienda "antiseísmos" para una familia nepalí con la que mantienen contacto desde tiempo atrás.

"Es curioso -ha asegurado- que después de haber pedido ayuda desde el principio para que encontraran las mochilas de mi hermano y de su compañera, las hayamos encontrado nosotros en un sólo día".

Las dos mochilas se encontraban en el último de los tres alojamientos que la pareja había buscado en Katmandú antes de emprender las distintas travesías que tenían previsto realizar durante sus vacaciones.

Estíbaliz, un año después de la tragedia, ha asegurado que "en ningún momento" se han "sentido apoyados por la administración", y se muestra convencida al tiempo que el trabajo realizado para auxiliar a las víctimas y recuperar cuerpos lo han realizado los propios habitantes de Langtang, con los que se siente especialmente agradecida.

Ha recordado a este respecto que cuando fueron localizados los restos de una pareja junto a una mochila que contenía el pasaporte de Isabel Ortiz, las autoridades nepalíes apuntaron a que podían ser los de los dos jóvenes.

La hermana de Mitxel ha señalado que ante las dudas surgidas y la "inacción" de la administración española, fue la propia familia la que negoció con el seguro la contratación de un helicóptero para trasladar los restos a un centro hospitalario para las pruebas de ADN.

Las pruebas confirmaron que los restos del hombre hallado junto a los de Isabel Ortiz, cuya mochila de viaje fue hallada a su lado, no correspondían a Mitxel, un "jarro de agua fría" para ambas familias, que habían proyectado enterrar a ambos jóvenes juntos.

Un año después del desolador terremoto, el más destructivo de los registrados en Nepal en los últimos 80 años, Estíbaliz ha afirmado que la "herida sigue abierta", situación que, según ha admitido, les ha llevado a estrechar vínculos de hermandad con los habitantes del valle de Langtang, que fueron quienes informaron del hallazgo de los restos.

Por eso, cree que la mejor ayuda para la localización de indicios acerca del paradero de su hermano son los propios habitantes de la zona.

Estíbaliz ha explicado, sin embargo, que la ayuda de estos lugareños no se corresponde con la solicitada a las autoridades, que no han respondido en ningún momento a la petición de las coordenadas exactas del lugar donde fueron hallados los restos.

La embajada española en India, conocedora, según ha afirmado, del viaje del grupo 'Un granito de arena por Nepal', tampoco ha facilitado el teléfono del cónsul honorario en Katmandú, cuyas señas reclamaron ante la posibilidad de recabar ayuda puntual.

Como única contestación, ha subrayado, Estíbaliz, desde la embajada les comunicó la semana pasada que quince días atrás se había registrado otro terremoto en Nepal, un mensaje que, ha añadido, "no se si para informar o para advertir".

En cualquier caso, su marido está a punto de adentrarse en el valle de Langtang, un escenario montañoso salpicado de aldeas al que no se puede acceder con vehículos terrestres, y ella sabe que durante varios días carecerá de comunicaciones con su compañero.