La iglesia parroquial de la Santa Cruz de Peñalba se ha quedado pequeña este lunes para dar el último adiós a Begoña Calavera Orús, de 54 años, que falleció la noche del pasado sábado tras ser arrollada por un turismo cerca de su casa. Durante la entrada del féretro, familiares, amigos y vecinos han guardado un respetuoso silencio solo roto por algunos llantos de dolor y las palabras de consuelo del sacerdote.

La mujer, casada y con dos hijos, fue atropellada por un turismo cuando estaba sentada en un banco de la plaza San Jorge. El vehículo estaba conducido por un joven de 21 años de edad, que no tenía carné y que quedó en libertad con cargos, pendiente de ser llamado a declarar a los juzgados de Fraga.

El TSJA ha comunicado que el implicado no pasará a disposición judicial este lunes. El juez esta a la espera de que se le remitan, entre otros, los informes de la Guardia Civil y el resultado de la autopsia.

La Guardia Civil confirmó que dio negativo en las pruebas de alcoholemia y que circulaba sin exceso de velocidad. En su opinión, la causa del suceso fue la "impericia" del conductor, que perdió el control al intentar realizar un giro de 180 grados, que no completó. El coche fue directo hacia el banco en el que estaba la mujer, muy conocida y querida en la población, lo que ha vuelto a reflejarse hoy durante su funeral, que ha tenido lugar bajo la lluvia. El Ayuntamiento ha decretado tres días de luto.