"Mi hijo entiende muy bien lo mal que está la situación"

Desde que se quedó en paro en septiembre de este año, Miriam Santos hace milagros para poder llegar a fin de mes. Cobra un subsidio de apenas 800 euros con el que tiene que hacer frente al alquiler de su vivienda (530 euros) y a los gastos cotidianos, que incluyen el cuidado en solitario de un hijo de catorce años. "Él entiende muy bien lo mal que está la situación y sabe lo que se puede hacer y comprar en una época tan dura como esta", indica.

Después de estar más de veinte de sus 36 años trabajando, Miriam tuvo que enfrentarse al fantasma del paro y a escuchar respuestas negativas con más frecuencia de lo que le hubiera gustado. "Me he pateado la ciudad buscando trabajo. He ido a sitios donde ya había estado empleada y la respuesta siempre es que ahora no hay nada".

Muchos años ha sido la anfitriona de las comidas navideñas que celebraba en su casa, pero este año acudirá a casa de sus padres, que le ayudan en lo que pueden, aunque su pensión es corta y también tienen que ayudar a sus otros hijos, que están en una situación muy parecida a la de Miriam. "Dicen que la esperanza es lo último que se pierde y yo por si acaso este año he comprado lotería".