ALCALDE DE BARCELONA

Hereu: "Si Zaragoza vence, será mi candidatura; si es al revés, espero lo mismo de todos"

Dio la sorpresa con su candidatura y ahora se defiende del aluvión de críticas generado en Aragón. Quiere competir, aunque sus apoyos sean aún escasos.

Hereu, durante la entrevista en su despacho de la plaza de Sant Jaume.
Hereu: "Si Zaragoza vence, será mi candidatura; si es al revés, espero lo mismo de todos"
JOSÉ C. LEÓN

Hace casi dos años, usted pidió agua del Ebro para Barcelona y el Gobierno de Aragón accedió. Finalmente, la lluvia paralizó todo. Ahora, lanza por sorpresa la candidatura olímpica Barcelona-Pirineos que compite directamente con la de Zaragoza-Pirineos. ¿Considera ésta una forma leal de actuar cuando Jaca se retiró en 1986 para no interferir en Barcelona 92?

A mí, lo que me parece absolutamente legítimo es que cualquier ciudad haga una propuesta para presentar una candidatura olímpica. Me parece normal que las ciudades de España se propongan candidaturas para competir en España, primero, y en el mundo, después. No es ni la primera vez ni la última que esto pasa. Granada y Jaca o Madrid y Sevilla han competido y ahora competiremos Zaragoza y Barcelona.


¿Por qué no lo comunicó al alcalde Belloch y al presidente Iglesias, con los que le une una buena relación?

Nosotros expresamos el deseo de comenzar un recorrido largo. Yo hago el anuncio de una voluntad a partir de la cual se han de sumar muchas otras. Es el mismo proceso que en Aragón, y me parece tan normal y legítimo como el de aquí. Yo no dediqué mucho tiempo a comunicarlo. ¿Qué hubiese cambiado? Yo comunico como alcalde de Barcelona, en mi ciudad, una candidatura y una aspiración. Lo hago con pleno respeto a cualquier otra y con la misma legitimidad. Ni más ni menos.


Pero puede entender que más que la legitimidad, que nadie le discute, sus formas hayan causado malestar en Aragón.

Bueno... ya lo dije: mi primera llamada fue para el alcalde de Zaragoza.


Unas semanas antes del anuncio estuvo con Iglesias...

Sí, concedimos la Medalla de Oro de la ciudad al Centro Aragonés de Barcelona.


¿Y no le adelantó nada?

No. Pero el hecho es que competiremos, eso es lo más relevante. Y positivo, así lo entiende el COE, que prefiere tener más de una candidatura. No es una mala noticia. Lo importante es ganar en el mundo y será un incentivo para sacar lo mejor de cada uno. Siempre digo que la candidatura que elija el COE la haré mía. Si Zaragoza-Pirineos vence, y está en el mundo, esa será mi candidatura. Y de la misma manera, si es al revés, si es Barcelona la elegida, espero lo mismo de todos: que se convierta en la candidatura de los aragoneses y de los españoles. Pero ahora no toca eso, estamos eligiendo qué candidatura articulamos dentro de España. Yo no soy nacionalista. No me encontrarán en esos planteamientos. Asistí a la inauguración de la Expo 2008 y estaba contento y orgulloso y Juan Alberto Belloch me parece un magnífico alcalde. Apoyé Madrid 2016 y no interferí cuando competía por sus Juegos.


Pero con el COE sí que habló...

Hablé con algunas personas para asegurarme de que mi idea era factible. Siempre nos han expresado su apoyo, pero también su estricta vigilancia de la neutralidad entre candidatas. Elegirán la mejor propuesta.


En Aragón, esta iniciativa se contempla dentro de una larga lista de agravios como la negativa a devolver los bienes de las parroquias del Aragón Oriental, el Archivo de la Corona de Aragón, las propias ansias trasvasistas?

Yo lo único que hago es expresar una aspiración olímpica de mi ciudad. ¿Tengo derecho o no? Sí, tengo pleno derecho. Lo hago con todo respeto con cualquier otra candidata. De mí, nadie sacará ningún enfrentamiento porque no lo hay. De mí, no oirán ni reproches ni críticas, para nada. Porque además siento por Aragón y los aragoneses el máximo respeto, entre otras cosas, porque son miles los aragoneses que viven en mi ciudad. Siempre digo que ellos han construido mi ciudad.


Pues parece que, de momento, la suma no le sale. Su anuncio ha generado bastante rechazo, hasta dentro de su propio equipo de gobierno. Y la oposición no tiene ganas de que el alcalde se ponga olímpico con las elecciones cerca.

Para los Juegos faltan 12 años. Estamos al inicio de un proceso. Con Barcelona 92, el primer anuncio tampoco generó adhesiones. Estas se van dando con el tiempo, conforme se explica con calma el qué y el porqué. Este es un proyecto que aquí generará los mismos ímpetus que el anterior proceso. ¿Electoralismo? Falta un año y medio para las elecciones. Nosotros marcamos un objetivo a largo plazo al servicio de una estrategia. El olimpismo triunfa cuando lo enmarcas en una estrategia. Era una sorpresa, pero en una semana ya ha avanzado mucho. Tengo la adhesión de muchísima gente, el apoyo del 'president' Montilla y de los alcaldes del Pirineo. Y me preocupan muy poco los juicios de intención que hacen algunos.


¿Se imagina una inauguración de Barcelona 2022, en un día de enero como éste, de sol radiante y gente en mangas de camisa? ¿No queda la nieve un poco lejos?

Yo lo planteo desde el momento en que el Olimpismo cambia las reglas. Sochi [sede los Juegos de Invierno de 2014] es una ciudad balneario a orillas del mar Negro. Si el olimpismo hubiese mantenido la tesis de otorgar los juegos a ciudades de alta montaña, Barcelona ni se lo plantearía.


¿Usted sabe esquiar, señor Hereu?

Sí, sí sé esquiar. Yo no puedo como alcalde, pero cada fin de semana miles de barceloneses suben al Pirineo. Los vínculos montañeros de esta ciudad arrancan en 1876, con la fundación del Centre Excursionista de Catalunya. El albergue de La Molina data de 1908 y en 1922 se construye el primer ferrocarril. Lo que significa para nosotros la montaña es muy profundo y me parece una historia muy buena para ser contada al mundo. El Pirineo también aumenta su relevancia y, entre todos, lograremos que acabe sonando como concepto global, tanto el aragonés como el catalán.


Las instalaciones aragonesas se han modernizado y ampliado. ¿No teme que se interprete que las catalanas pretenden dar su salto con esta candidatura?

El Pirineo catalán tendrá que mejorar, es evidente. Pero yo pienso en mi proyecto, y claro, puede suponer un estímulo para modernizar el Pirineo catalán. Solo siendo un estímulo ya vale la pena.


¿Tiene alguna corazonada?

No (risas). Aún es muy pronto.