diario de un encierro

"Hemos superado la primera etapa de la carrera"

Un sentimiento de tranquilidad nos invade a todos ahora que hemos cerrado las puertas del salón de plenos. La tensión de las últimas dos semanas, preparando un plan de protesta, nos ha dejado desfondados. Sentimos que hemos superado la primera etapa de nuestra carrera, que el objetivo está más cerca.

Nos han traído la comida: ensalada de pulpo, filete y un melocotón de Calanda. Todo bien. Valoramos lo publicado en los medios de comunicación en torno a un café. Estamos muy satisfechos del apoyo que todo el mundo nos presta y del gentío que esta mañana llenaba la plaza de Ariño. Ha sido impresionante. La última tele se ha ido de aquí a las seis de la tarde.

Juan, el empresario, se echa un sueño. Yo no. Esperaba la visita de mi padre y ya está aquí. Tiene mucho que contar; entró a la mina -subterránea- con 18 años y se jubiló con 52. Treinta y cuatro años en el pozo no es cualquier cosa.

Más visitas. Florita y Javier, un matrimonio de Ariño emigrado a Barcelona que regresa cada verano, nos trae una tortilla de patata recién hecha y una botella de vino de su cosecha. Quien llama ahora son nuestros compañeros de Andorra. Nos dicen que la manifestación en la plaza del Regallo ha sido todo un éxito. ¡Qué alegría! Todos a internet a ver la repercusión mediática de la protesta.

Son las nueve de la noche y acaban de darnos una grata noticia. Mañana nos visita la diputada socialista al Congreso Yolanda Casaus. Le pediremos que traslade nuestra inquietud a las más altas esferas para lograr que Bruselas apruebe el decreto de ayudas al carbón. Llega la hora de dormir, pero ¿quién tiene sueño? Los móviles nos han desbordado, no hemos parado de hablar con unos y con otros. Mi 'República' -el libro de lectura que he traído- y yo no hemos podido contactar. Mañana será otro día.