ALARMA SANITARIA

"No hay que tener miedo a lo que venga"

"Entonces combatimos la gripe con remedios caseros y mucho reposo en casa". Juan Pérez Laborda ha sobrevivido a otras grandes pandemias de gripe en España. Nació el mismo año que apareció en escena la gran pandemia de 1918, que mató entre 50 y 100 millones de personas en todo el mundo. "Antes, era totalmente diferente", asegura mientras termina de jugar al 'Callao' en el Hogar de Jubilados del barrio de La Almozara, en Zaragoza.


Juan pertenece a un sector de población que, de momento, ha mostrado gran resistencia al nuevo virus. Los expertos creen que las personas nacidas antes de 1950 están inmunizadas porque, precisamente, el brote de 1918 era también del tipo A H1N1, una variación del de ahora, y se mantuvo en el ambiente treinta o cuarenta años más.


"¿Qué estamos inmunizados porque la pasamos entonces? Pero si me acuerdo que, sobre todo, atacaba a gente joven, ¿no?", añade. Juan entonces tenía un año y no arrastraba los casi 93 con los que cuenta ahora. "Bueno, claro, yo entonces no tenía estos años, era joven", ríe discretamente.


Josefina Moreno, con 92 años sobre su espalda, tampoco le teme al nuevo virus. No recuerda haber estado en la cama por ninguna gripe y afronta con valentía este bacilo. "Antes, la gente no le tenía miedo a nada. El ambiente era más sano que ahora. Salíamos al sol para divertirnos. Y para curarnos de los catarros nos poníamos cataplasmas en el pecho… Y ya está. Sí que se moría gente, pero tampoco te enterabas como ahora", comenta esta simpática anciana.


"Cataplasmas de mostaza, de vino con higos... Había de todo tipo. Te las ponías y era mano de santo. No tantos medicamentos", añade Jerónima Rojo, de 84 años. De hecho, esta última no recuerda haber estado en la cama con gripe. "No hay que tener ni miedo ni hambre. Lo que tenga que venir que venga", presume Jerónima.


Aquellos que más experiencia acumulan en la vida no creen que haya que alarmarse por la extensión de este nuevo virus. Consideran que ahora los servicios sanitarios están suficientemente preparados para atender cualquier tipo de pandemia y hay que confiar en ellos. "Antes, nos curábamos en casa", concluye Juan.