EN LA MONTAÑA

Guardia Civil y estaciones de esquí piden extremar la precaución

Acaba de comenzar febrero y este 2010 ya se ha convertido en un año negro en el Pirineo aragonés, con cuatro muertos en dos avalanchas. Por ello, tanto la Guardia Civil como las estaciones de esquí y los colectivos vinculados a la montaña insisten en extremar las medidas de precaución para no poner en peligro la propia vida ni la de otros deportistas.

 

El sargento Miguel Domínguez, al mando de las unidades de montaña de la Guardia Civil de Huesca, explica que pese a que el riesgo de aludes está estos días en niveles máximos, "la gente sigue saliendo a buscar la nieve". La explicación a la proliferación de aludes reside en que el manto nivoso "está muy suelto. La nieve recién caída no se asienta bien porque la capa de debajo está helada y ha habido varios días de sol y temperaturas altas". Esto favorece que el manto se desprenda, no solo por el paso de esquiadores que la cortan, sino también de forma espontánea. No obstante, Domínguez reconoce que los accidentes por aludes "los provoca la gente en un porcentaje muy alto".

 

El peligro es mucho mayor en las laderas con orientación sur, puesto que es donde más sube el mercurio. Esta también es la razón de que la parte central del día, entre las 12.00 y las 15.00, sea la menos recomendable para realizar actividades en la montaña en esta época del año: "Hay que evitar esas horas, sobre todo en las caras sur y en zonas de mucha inclinación. Por eso siempre aconsejamos que la gente salga muy pronto que al mediodía estén de vuelta".

 

No solo los especialistas en rescates están preocupados por la sucesión de avalanchas en las últimas semanas. El problema también afecta a las estaciones de esquí, puesto que muchos deportistas deciden salirse de las zonas señalizadas donde la nieve no ha sido pisada y el riesgo no está controlado, como sí ocurre en las pistas. La mayoría de los responsables de los centros oscenses coinciden en que cada vez hay más esquiadores fuera de los circuitos señalizados "porque también hay más público", aunque algunos, como Eduardo Roldán, director de Candanchú, sí considera que "las actividades fuera de pistas están creciendo".

 

Los centros de Aramón han decidio retirar los forfaits a los esquiadores con conductas incívicas, y este año han decidido hacer públicas las cifras en cada estación. Astún y Candanchú no comparten la medida, porque "no somos quién para hacerlo". No obstante, en caso de incidentes, dan parte a la Guardia Civil de montaña, "que es la que tiene capacidad de sancionar". En este sentido, Roldán aboga por aumentar los recursos de estas unidades, además de crear rutas de esquí de montaña en los márgenes de las pistas "para hacerlo compatible con el alpino". Octavio Salanova, de Astún, señala que "siempre hay gente que se sale, lo triste es que no exista una cultura de nieve". Mientras, desde Aramón apuestan por crear un reglamento aplicable en todas las estaciones para evitar este tipo de problemas.