RECORTES EN INFRAESTRUCTURAS

Fomento también paraliza la ampliación de la Ronda Norte y la variante de Binéfar

El Ministerio ya no admite facturas desde principios de mes y únicamente asignará partidas testimoniales para el próximo año.La obra de Zaragoza, que se iba a acabar en unos meses, se alargará ahora cuatro años.La circunvalación altoragonesa es el primer tramo de la A-22 afectado por el recorte.

Viaducto de la Ronda Norte en construcción sobre la carretera de Logroño, ayer por la tarde.
Fomento también paraliza la ampliación de la Ronda Norte y la variante de Binéfar
ESTHER CASAS

El Ministerio de Fomento está decidido a convertir Aragón en un cementerio de obras. No solo es la Comunidad más castigada por las rescisiones de contratos, sino que sufrirá como ninguna la paralización de los proyectos y obras en curso. Fuentes ministeriales confirmaron ayer a este diario que la ampliación de la Ronda Norte de Zaragoza y la variante de Binéfar, en la A-22, se han unido también a la lista negra de infraestructuras paralizadas, en las que figuran la autovía de Huesca a Navarra, el tren de velocidad alta Zaragoza-Pamplona y la A-68.

Las citadas fuentes de Fomento indicaron que ya no admiten desde principios de mes más certificaciones de obra a las contratistas, por lo que la paralización de los trabajos es inminente. Y lo peor es que las partidas que se prevén consignar en los Presupuestos Generales de 2011 son testimoniales, por lo que los trazados se quedarán tal y como están por mucho tiempo.

El retraso será monumental en ambos casos a pesar de que la construcción de las circunvalaciones de Zaragoza y Binéfar está más que avanzada. En el caso de la Ronda Norte, tan solo restaban unos meses para concluir la puesta en marcha de su tercer carril y ahora habrá que esperar hasta 2014 para disfrutar de una intervención reclamada para descongestionar una de las principales entradas a la capital. La variante de Binéfar incluso debería estar casi lista para su inauguración a finales de verano, aunque ha sufrido un retraso. Y no se salvará pese a que hubiera permitido dar continuidad a la autovía A-2 (Huesca-Lérida) desde casi la capital oscense con la inauguración prevista para el martes del tramo Siétamo-Velillas y gran parte del siguiente, Velillas-Ponzano.

El impacto será igualmente severo en empleo. Solo en el tajo de Zaragoza trabajan hasta ahora cerca de 200 personas, que en los próximos días estarán condenadas a engrosar las listas del paro. Y algo similar pasará en la obra del municipio oscense. De esta forma, el cómputo global en Aragón podría rondar los 2.000 trabajadores.

Un peligro para el tráfico

Tampoco es baladí la situación en la que el Ministerio de Fomento dejará la Ronda Norte de Zaragoza, por la que transitan a diario varias decenas de miles de vehículos, gran parte de ellos pesados: con los carriles en servicio limitados por interminables barreras de hormigón desde el entorno del aeropuerto hasta Malpica, que afectan incluso a los enlaces.

A lo largo de sus 18,6 kilómetros, circular aún es más complicado y peligroso por la existencia de estos elementos, que han estrechado el trazado con el objetivo de dejar sitio a las máquinas para trabajar, tanto a los lados como en el centro de esta vía. Pero ahora se marcharán sin poder subsanar la situación, dado que no se podrá recuperar la traza original en varios puntos porque la obra está a medias. También serán 'eternos' los desvíos provisionales que tantos quebraderos de cabeza están dando a los conductores como al Centro de Gestión de Tráfico.

Y lo increíble es que solo se requerían unas pocas semanas más de trabajo para abrir al tráfico la mayor parte de la actuación pendiente. Según detallaron fuentes oficiales del Ministerio de Fomento, para finales de verano se iba a abrir el tercer carril desde el entorno de la plataforma logística (Plaza) hasta la altura de la autovía de Huesca. Esto suponía estrenar los nuevos enlaces con la N-232 y las autovías de Logroño y Huesca, además de los viales de salida e incorporación desde los barrios y polígonos. Y lo mismo se iba a hacer en el otro extremo, en el entorno de Malpica.

De hecho, solo quedaba para principios del año que viene la inauguración de tramo intermedio, las vías colectoras entre Ranillas y Cogullada pensadas para el tráfico de acceso a la ciudad.

HERALDO recorrió ayer la Ronda Norte y pudo comprobar el avanzado estado de ejecución del tercer carril. El nuevo nudo con la A-23 es prácticamente una realidad, ya que al falso túnel bajo la circunvalación, de 60 metros de longitud, solo le falta ser vaciado para proceder a su asfaltado. El absurdo llega hasta el punto de que los operarios montaban ayer los pretiles de seguridad del nuevo viaducto sobre la autovía de Logroño, ajenos aún a la decisión adoptada por Fomento.

El parón se extiende a la A-22

La suerte de la variante de Binéfar también va muy pareja. En sus 13,8 kilómetros de trazado se han construido cuatro enlaces y un acceso y ha hecho falta tender tres pasos y dos viaductos para salvar el canal de Zaidín y el desagüe de Faleva. La plataforma de la autovía desde Monzón hasta Binéfar se ve a simple vista, que incluso tiene capas de asfalto, aunque falta por rematar el resto.

Este es el primer tramo de la autovía entre Huesca y Lérida que se ve afectado por el parón, también por un periodo de cuatro años, pero aún no se sabe qué suerte correrán los otros restantes que se encuentran en obras, que van de la variante de Binéfar al límite de provincial y su continuación hasta Almacellas. El colindante a la citada circunvalación, de 6,3 kilómetros, podría acabar después del verano, ya que todas sus estructuras se han ejecutado y en la actualidad se está asfaltando. No obstante, los subcontratistas se temen lo peor porque el Ministerio de Fomento ha llamado a capítulo a las adjudicatarias para la próxima semana.