INFRAESTRUCTURAS

Fomento «estudia» ahora la rebaja de peajes para camiones que ya prometió hace 5 meses

El Gobierno de Aragón reitera que está dispuesto a cofinanciar los costes para lograr que el tráfico pesado se desvíe de la N-II y N-232.

Donde dije digo, digo diego. Este es el dicho que está aplicando el Ministerio de Fomento en sus compromisos con Aragón a la hora de liberar de tráfico pesado las dos carreteras más peligrosas y que más muertos acumulan, la N-II y la N-232. Si hace cinco meses el secretario de Estado de Infraestructuras, Víctor Morlán, se comprometió a rebajar los peajes de las autopistas que discurren en paralelo (AP-2 y AP-68) antes de las elecciones, ahora fuentes oficiales de su departamento señalaron que la medida se está «estudiando».

Y a esta rebaja del compromiso se ha adoptado tras el tercer accidente mortal en diez días en el tramo sin desdoblar en la carretera de Barcelona, entre Alfajarín y Fraga. Hace solo dos semanas, las citadas fuentes de Fomento apuntaron incluso que se había descartado por su coste económico, aunque ayer se desdijeron. «Las cosas han cambiado en dos semanas», señalaron.

Sin embargo, el PSOE vendió hace unos meses la presentación de una enmienda presupuestaria de 30 millones para extender la liberalización de los peajes de la AP-2 y AP-68.

Fomento no aclara ahora el futuro que tendrá la rebaja del peaje para camiones, que anunció Morlán el pasado octubre tras reunirse con representantes políticos de los corredores viarios de Logroño y Barcelona en sendas reuniones mantenidas en Madrid.

Entonces, el número dos ministerial dejó claro que el «duro ajuste presupuestario» iba a limitar su impacto y que solo si la DGA participaba se podría garantizar que los camiones abandonaran la carretera convencional para pasar a circular por las dos autopistas. «Hay riesgos importantes para la seguridad vial y movilidad y vamos a entrar en contacto con las concesionaria. Hablaremos del porcentaje de reducción del peaje que corresponda, haremos un esfuerzo importante», aseguró. En el caso de la AP-2, apuntó que, además, había «avanzado» en la posibilidad de liberar el peaje hasta Pina en vez de Alfajarín y, después, a petición del alcalde de Candasnos, dar conexión a esa localidad con la autopista de peaje.

El consejero de Obras Públicas, Alfonso Vicente, no tardó ni 24 horas en recoger el envite y dejó muy claro la predisposición de la DGA para colaborar económicamente y permitir rebajar o incluso liberalizar los peajes para el tráfico pesado. Pero incidió en que en este caso la medida debe ser liderada por el Ministerio de Fomento.

En la misma línea se pronunció ayer Vicente, que reiteró su compromiso pese a los recortes presupuestarios aprobados, ya que la elevada siniestralidad urge una solución. De hecho, la primera medida para paliar la alta siniestralidad de las carreteras de Logroño y de Barcelona la tomó la DGA, que decidió sufragar la mitad del peaje de las autopistas a los vehículos ligeros que viajaran en el día. Luego se sumó el Ministerio, que ha bloqueado sine díe la licitación del desdoblamiento de la N-232 entre Mallén y Figueruelas y mantiene al ralentí los trámites del tramo de la N-II.