Eva Almunia podría formar gobierno pactando con el PAR o con CHA e IU

Nada está decidido, pero el PSOE aragonés aguanta mejor de lo previsto el relevo de Marcelino Iglesias y el desgaste tras once años de gobierno y por las políticas del Ejecutivo central. De hecho, si ahora se celebrasen elecciones autonómicas, Eva Almunia tendría todas las opciones para ser la nueva presidenta de Aragón (27 de 67 escaños), bien con el respaldo del PAR (8) o con el apoyo de CHA (5) e IU (2). El PP (25) no sumaría con el PAR, según al encuesta de A+M para HERALDO, elaborada en los días previos y posteriores a la huelga general del 29 de septiembre que convulsionó, en uno u otro sentido, la vida política nacional. Un dato a tener en cuenta a la hora de analizar los datos.

Una u otra posibilidad se podrían dar en función de los resultados en las principales instituciones de la Comunidad. Lo que queda claro es que ningún partido tendrá barra libre para imponer condiciones y que las intenciones del PAR de pactar cada institución serán casi imposibles.

En esta partida de gobierno, salvo cambios no esperados, se va a jugar con todas las piezas (instituciones) encima de la mesa y a una sola baza, por mucho que se pacte bajo mesa un intercambio de cromos.

Ni el PSOE ni el PP van a dejar a los aragonesistas, tras veinticuatro años de picar de flor en flor, que marquen el ritmo de los pactos de gobierno, sean en la DGA, los ayuntamientos, las diputaciones o las comarcas. Al menos eso afirman los máximos dirigentes de los dos partidos mayoritarios a estas alturas. Luego ya veremos.

Además, los resultados del sondeo también dejan margen para sorpresas el 22 de mayo de 2011. Unos mínimos cambios, a la espera de concretar la abstención y los indecisos, podrían modificar el panorama, pese a que la encuesta apunta a que apenas hay intercambio de votantes, salvo entre PAR y PP y PSOE e IU. Con porcentajes por debajo del diez por ciento.

Todo esto supone que hay ya un voto muy definido entre los electores. No es casualidad que sea el PP el que tenga los apoyos más consolidados, seguido de IU, a distancia de CHA, PSOE y PAR. El problema es que tiene menos margen de mejora y depende de los indecisos socialistas y del porcentaje de abstención para tener opciones de gobierno.

En este sentido hay que señalar, siempre según los datos de la encuesta elaborada por A+M para HERALDO, que los niveles de abstención están ostensiblemente más bajos que los que se produjeron en las elecciones municipales y autonómicas de 2007 y en los recientes sondeos. Datos que ratifican que pese a la situación política y social de la Comunidad Autónoma y del país, los ciudadanos tienen bastante definido qué harán el 22 de mayo del próximo año.

Es necesario insistir en dos aspectos fundamentales. En primer lugar, los populares han rebajado la diferencia con los socialistas en Aragón (el PSOE tuvo el 41% en 2007 y el PP el 31%), pese a que no suman nuevos apoyos derivados de fugas de votantes socialistas. Es decir hay una pauta electoral que viene siendo muy marcada en las tres últimas convocatorias electorales. Y en la que parece, al menos de momento, no influir de forma significativa ni siquiera el relevo de Iglesias, mientras que sí tiene incidencia la política económica, social y laboral del Ejecutivo central que preside José Luis Rodríguez Zapatero.

También es cierto que el PP aragonés, prácticamente un calco del nacional de Mariano Rajoy, no ha logrado superar las barreras de división de los sectores sociales. Llama la atención el hecho de que Luisa Fernanda Rudi con la que está cayendo y teniendo de adversaria a Eva Almunia en lugar de a Iglesias no despegue ya y apunte a una posibilidad clara de ser la clave para la formación de gobiernos en la DGA y en la mayoría de las instituciones.

Eso sí, gracias a Luisa Fernanda Rudi, el PP afianza su mejor expectativa de voto y alcanza las mayores cuotas de fidelidad y de asistencia a las urnas de los tres últimos lustros. No es casualidad, y eso lo analizaremos más adelante, que los populares estén por encima de los socialistas y que le den la vuelta en la provincia de Zaragoza, el bastión y la clave principal de las próximas elecciones autonómicas y locales por lo que se desprenden de los datos de la mencionada encuesta.

A la espera de confirmación, lo que pase en las urnas en Zaragoza ciudad no será tan determinante sobre las posibilidades y opciones de formar gobierno en la comunidad autónoma (tendrá un peso específico que nadie niega porque entrará de lleno en los posibles pactos), como lo ha sido en las últimas consultas electorales.

La batalla electoral por el Gobierno de Aragón tendrá como escenarios principales la provincia zaragozana y la circunscripción de Teruel, no solo por lo que pudiera perder el PSOE y gane el PP, también por lo que implicaría que el PAR aguantara el resultado y la subida de CHA e Izquierda Unida, sobre todo en Zaragoza.

Aunque lo parezca, las cosas no son iguales que en abril de este mismo año, porque al PSOE le pasa factura la crisis. Pero aguanta mucho mejor de lo previsto.