"No esperábamos que pasara algo así"

Varios agentes registran un vehículo en la urbanización de Jaca  donde se desarrolló la operación
"No esperábamos que pasara algo así"
RAFAEL GOBANTES

Sorpresa e incredulidad. Así reaccionaron ayer la mayoría de los vecinos de la urbanización de la calle Antonio Beltrán donde fue detenido un presunto miembro de ETA en una actuación dirigida por la Ertzaintza con la colaboración de la Policía Nacional en la que participaron numerosos agentes de Huesca, Jaca y Madrid. Los residentes de la zona ya sospecharon que la operación era de gran calado cuando alrededor de las 17.00 empezaron a ver por los alrededores un amplio despliegue policial que tomó la calle y de otras cercanas como la de Sabiñánigo.

 

"Nos ha extrañado ver una furgoneta de la Policía parada en medio de la calle y cuando ya nos hemos enterado por la televisión que era al lado de casa, hemos venido aquí por curiosidad", afirmó un matrimonio que reside en la urbanización ubicada enfrente de donde tuvo lugar la detención.

 

A pesar de lo impactante de la noticia, la mujer señaló que "yo ya le había dicho a mi marido que algún día pasaría algo así". También dejaron claro que es una zona muy tranquila, "aunque igual lo que buscaban era precisamente eso". Concretamente, está ubicada en la entrada sur de Jaca, justo después de tomar el desvío hacia Barós.

 

Al parecer, el detenido ocupaba un ático en uno de los pisos de la urbanización, que tiene acceso restringido a través de dos barreras que permiten entrar y salir únicamente a los vehículos de los vecinos, lo que ayudó a la Policía Nacional a controlar durante toda la tarde y la noche quién pasaba al interior de las viviendas. Los agentes pidieron la documentación a cada uno de los residentes e inspeccionaron el interior de los coches antes de permitirles el paso. En total, son cinco bloques de viviendas de cuatro plantas construidos hace poco más de 3 años donde "solo el 25% de los vecinos residimos de forma permanente", comentó uno de los propietarios, quien afirmó que la mayoría son pisos de segunda residencia de personas de Navarra y del País Vasco (muchos pisos tenía ayer todas las persianas echadas). Este mismo vecino, que salió a pasear el perro mientras se desarrollaba aún el registro del ático del detenido, admitió que todos estaban "sorprendidísimos" con lo ocurrido. "Mi mujer ha estado en casa toda la tarde y no ha oído nada", aseguró.

 

Otra vecina que también salió a pasear con el perro y a tirar la basura tampoco daba crédito a lo que había pasado en la urbanización donde reside e incluso se mostró asustada. La misma reacción tuvo otro residente de la zona, quien solo acertó a preguntar a los medios de comunicación "¿pero llevaba mucho tiempo viviendo aquí?". Mientras, una mujer que también se acercó al lugar atraída por el revuelo mediático que se formó a las puertas de la urbanización reconoció que "me ha cogido de sopetón que algo así ocurra tan cerca de mi casa".

 

Entre los curiosos también había un vecino de Jaca que no ocultó que se había acercado a la zona "porque cuando he visto la foto en la televisión, he reconocido su cara porque lo he visto varias veces alternando por un bar del centro de Jaca donde se reúnen muchas personas del País Vasco". De hecho, la última vez que le vio "fue hace solo quince días". No obstante, tampoco pudo dar más datos "porque nunca he hablado con él, solo lo conozco de vista".

 

Pero no solo hubo comentarios en la calle, ya que muchos otros vecinos del entorno no dudaron en seguir el desarrollo de la operación, que se prolongó hasta bien entrada la noche, parapetados tras las cortinas de sus balcones y ventanas.