CASI 200 PERIODISTAS ACREDITADOS

Entre Clint Eastwood y Jesucristo

Santiago Mainar se "inmoló" por su pueblo, Fago, al autoinculparse por el asesinato del alcalde, Miguel Grima, convirtiéndose en una especie de "nuevo Jesucristo", según la irónica definición de una de las asistentes al juicio que ha comenzado en Huesca por este crimen, el más mediático de la historia de la Comunidad y que ha generado una gran expectación en la ciudad.


El guarda forestal Santiago Mainar es el único acusado por este asesinato, cometido cerca del pequeño núcleo pirenaico de Fago el 12 de enero de 2007, pero hoy se ha centrado en intentar desmontar su declaración inicial, hecha ante la Guardia Civil el 2 de febrero, en la que se declaró culpable, en solitario, del asesinato del alcalde, con quien mantenía un evidente y público enfrentamiento.


Las múltiples referencias de Mainar a los motivos y circunstancias de su autoinculpación han sido las que han causado más reacciones entre los presentes en la pequeña sala de vistas de la Audiencia Provincial de Huesca, en la que han seguido el juicio unas sesenta personas, entre ellas las hermanas y otros familiares del alcalde asesinado, dirigentes del PP representando a la acusación particular y varios ciudadanos.


Entre ellos una señora que comía caramelos y que al escuchar que Mainar optó por "autoinmolarse" y "sacrificarse" para salvar a Fago de la presión mediática ha dicho, irónica: "Tenemos un nuevo Jesucristo, que se inmola por la salvación del pueblo".


Y en el juicio ha habido también una referencia a Clint Eastwood, especialista en películas de acción. Preguntado por su letrado, Marcos García Montes, sobre el arma que se usó en el crimen, una escopeta de cañones recortados, Mainar ha asegurado que sólo sabía del retroceso de un arma de estas características por haberlo visto en una película del actor estadounidense.Casi 200 periodistas

Santiago Mainar llegó a las puertas de la Audiencia Provincial de Hueca sobre las 9.45, en medio de una expectación, mediática y vecinal, desconocida hasta ahora en esta pequeña capital de provincia. En este juicio hay acreditados casi 200 periodistas de más de treinta medios de comunicación.


Ha entrado rápidamente, esposado, con una chaqueta marrón oscura y camisa blanca y escoltado por la policía, sin hablar ni dirigir la mirada a la veintena de cámaras de televisión y los periodistas que le esperaban, rodeados por la curiosidad de varias decenas de ciudadanos.


Durante poco más de dos horas y media ha respondido Mainar a las preguntas del fiscal, del abogado de la familia de Miguel Grima, del letrado de la acusación particular, que ejerce el PP, y de su defensa.


Al principio, mientras escuchaba la lectura de su declaración de autoinculpación, Mainar ha parecido ausente, e incluso nervioso, pero se ha ido recomponiendo conforme ha avanzado la sesión. Hasta que ha tenido un lapsus mientras el fiscal, Felipe Zazurca, le preguntaba por cómo, supuestamente, entró y salió del coche del alcalde: "Yo salí...", ha empezado a contestar, pero ha callado a tiempo y, entre un murmullo de condescendencia en la sala, Mainar ha afeado al fiscal: "Oiga, que me está usted liando".


El forestal ha aguantado de pie el primer interrogatorio de Zazurca, que se ha prolongado durante una hora, y entonces ha aceptado el ofrecimiento del presidente del tribunal para concluir su declaración sentado.


La tensión con las preguntas del abogado de la familia, Enrique Trebolle, y de la acusación particular, José María Viladés, pareció trasladarse a la temperatura de la sala, que hubo que ventilar durante los quince minutos de receso que autorizó el juez.


Una muestra del interés mediático de este juicio ha sido la presencia de Carmen, Javier y Carolina, estudiantes de cuarto curso de Derecho que han invertido su mañana libre en asistir a la vista, acompañados por la madre de una de ellas."Un tío listo, frío y bastante inteligente"

Javier ha visto a Mainar como "un tío listo, frío y bastante inteligente", "preparado y súper asesorado", según Carmen, mientras que Carolina ha asegurado que les "encantaría" poder volver mañana.


Ya en el vestíbulo de la sala de vistas, al finalizar la sesión, entre los familiares de la víctima había caras de resignación, de indignación y de tristeza contenida, mientras que la hermana de Mainar, Marisa, que no ha podido entrar al juicio por estar citada como testigo en el mismo, ha recalcado después a los medios que tiene "clarísima" la inocencia de su hermano.


Éste, a la salida del edificio de la Audiencia, ha seguido sin contestar a las preguntas que le gritaban los periodistas pero, más relajado que tres horas antes, ha lanzado un saludo con sus manos aún esposadas casi a la vez que entraba en el furgón policial que le llevaba de vuelta a la cárcel de Zuera.