INMIGRACIÓN

En Aragón viven 90.000 inmigrantes europeos, cuatro veces más que hace ocho años

La inmigración de los países en desarrollo se ha reducido, pero aumenta la que procede de Italia, Francia, Alemania o Suecia.

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En Aragón viven 90.000 inmigrantes europeos, cuatro veces más que hace ocho años
CARLOS MONCíN

Europa gana enteros como destino para cientos de jóvenes aragoneses que quieren aspirar a un empleo o a mejorar su formación. Pero, ¿es Aragón un lugar atractivo para los europeos? Durante los últimos años, el desembarco de compatriotas de la Unión Europea y del resto de países del Viejo Continente ha sido abrumador. El Instituto Aragonés de Estadística (IAEST) fija en unos 90.736 los europeos que en 2010 estaban empadronados en Aragón (la mayoría procedentes de países de la UE de los 27). Son entre cuatro y cinco veces más que los que se registraron en 2003, cuando eran 20.222.


En este fenómeno migratorio ha pesado la posición geoestratégica de Aragón -a un paso de Madrid y Barcelona-, y sus posibilidades empresariales, como las que ha ofrecido Pla-Za. También influyen la calidad de vida de la Comunidad, que combina dimensiones aceptables y precios asequibles, y el hecho de que Barcelona, a pocos kilómetros, no sea el mejor destino para acabar dominando el español.


Aunque es innegable que el mayor empujón al padrón lo ha dado la comunidad rumana (han pasado de ser 11.605 residentes en Aragón en 2003 a cerrar el 2010 con 64.393 empadronados), nuestros vecinos históricos no se han quedado atrás cuando se tiene en cuenta su incremento relativo. Es el caso de los portugueses, que son ya 4.943 (hace 8 años sumaban 962), de los italianos (según el IAEST suponen ya 1.864, (1.239 más que en 2003) o de los franceses (1.852 empadronados en 2010). Los alemanes y británicos se han duplicado (ya son 888 y 817, respectivamente) y los griegos y los turcos se han multiplicado por cuatro, aunque ninguna de estas nacionalidades llega al centenar.


Las cifras de 2010 son aún provisionales, pero reflejan un pronunciado descenso del fenómeno migratorio con destino a Aragón, especialmente entre los hispanoamericanos. No obstante, en el caso de los europeos habrá que esperar para hacer un diagnóstico claro, ya que países como Rumanía, Italia, Alemania, Francia, Reino Unido o Suecia siguen aumentando su presencia en la Comunidad.


Teniendo en cuenta a las nacionalidades de todo el planeta, en 2010 había 172.015 extranjeros empadronados en Aragón, 122 menos que en 2009. El dato supone un punto de inflexión después de un periodo en el que aterrizaban hasta 20.000 y 30.000 nuevos ciudadanos cada año.


Destino empresarial

Fue en 2004 cuando el atractivo de la Comunidad se incrementó. Grandes empresas europeas se asentaron en el Valle del Ebro en un momento en el que nadie podía imaginar la crisis general que se avecinaba. «Pla-Za ha supuesto un verdadero foco de atracción. Hasta 2009 hubo un flujo al alza de inmigración que ahora se ha frenado», explica José Luis Marqués, presidente del Consejo Social de la Universidad. «Y no hay que olvidar que no solo vino gente de perfil bajo: Europa del Este aportó a Aragón mucha mano de obra cualificada procedente de la formación profesional, algo igualmente necesario», añade.


En que se trataba de un destino lleno de oportunidades empresariales coincide el vicecónsul honorario de Italia en Aragón, Massimo Marchetti. Sus datos no coinciden plenamente con los del IAEST, pero porque toma como referencia otros criterios. «Nosotros calculamos que en Aragón hay unos 7.000 italianos, pero porque contamos con los que vienen directamente de Italia y también con los que llegan de sudamérica, como Argentina, y son descendientes de italianos. También tenemos en cuenta a los Erasmus», explica.


Fija el éxodo a Aragón entre 2002 y 2006 y explica que al menos hay cinco grandes empresas de su país instaladas en la Comunidad Autónoma. «La ubicación de la ciudad y las infraestructuras emergentes pesaban mucho, también la calidad de vida. En el caso de los Erasmus, muchos prefieren Zaragoza a Barcelona por el idioma y porque la nuestra es una ciudad más manejable», explica.


Cargos bien remunerados

Pero, sacando de la ecuación a los trabajadores de países del Este que sobre todo han supuesto mano de obra, ¿cuál es el perfil del europeo que se instala en Aragón? Menno Overvelde, presidente de la asociación de holandeses 'Meeting Punt' ha hecho un pequeño estudio entre sus compatriotas en Aragón.


El 70% de ellos encontraron a su pareja en España, muchos en lugares como Salou o durante el Erasmus. La mayoría son autónomos, lo que según Menno refuerza su cultura de emprendedores, y el resto ocupan altos cargos, muchas veces bien remunerados en empresas de la Comunidad. Sus sectores de actividad más frecuentes son la arquitectura, la educación, el sector público y, lógicamente, el turismo. La mayoría llegaron entre 1993 y los primeros años de esta década y tienen entre 35 y 45 años. Eso sí, coinciden en que los sueldos son más altos en Europa, aunque también suele ser más cara la vida.


Por otra parte, la Universidad de Zaragoza y la DGA son otros potentes captadores de cerebros europeos. No solo mediante el programa Erasmus, sino con las ofertas de la Agencia Aragonesa para la Investigación y el Desarrollo (Araid) para contratar investigadores.


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