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El túnel de Somport suma 300 camiones al día tras abrir la autopista Pau-Burdeos

El tráfico de vehículos articulados supera al de coches y crece un 30%. Asociaciones bearnesas están contra otra carretera Pau-Olorón y defienden la reapertura del Canfranc.

Los camiones españoles se adueñan de la carretera RN-134 en el valle del Aspe por el Somport. Línea férrea abandonada, en Etsaut.
El túnel de Somport suma 300 camiones al día tras abrir la autopista Pau-Burdeos
JONATHAN DíAZ

«Aquí pasan más camiones que coches desde que se inauguró la autopista Pau-Burdeos en las Navidades», explica un trabajador del túnel del Somport. «Unos días son 270 y otros 320, pero la media está en el control de la entrada española. Ha cambiado el tráfico porque antes solo venían los camiones de maíz y ahora transportan ganado, cemento, piezas de coches y hasta mercancías peligrosas», agrega el empleado, que revisa cada día la carga de los vehículos.


El túnel del Somport recibe una intensidad media diaria (IMD) superior a 300 camiones, según los datos de este año facilitados por el Ministerio de Fomento. Es un 30% más que en 2010. En la estrecha carretera francesa RN-134, que apenas ha sido reformada desde construirse en 1850, han colocado un cartel que advierte de «tramo peligroso» por el tránsito de vehículos articulados.


La reciente inauguración de la autopista A-65 entre Pau y Burdeos el pasado 16 de diciembre ha acercado a los camioneros españoles hacia Europa por el Somport. Los 150 kilómetros entre las dos capitales de la Aquitania se construyeron en dos años y medio. Han supuesto un alivio al atasco de la frontera de Irún a Hendaya, que recibe cada día entre 7.000 y 10.000 camiones, y el mayor uso del túnel del Somport, donde trabajan 60 personas.


Más corto y más barato


El trayecto entre Huesca y Burdeos se acorta unos 50 minutos con la nueva autopista A-65. Los transportistas españoles reconocen que el camino más corto hacia Europa es el Somport y sobre todo cuando se encuentran en plena crisis económica y el precio del gasoil está por las nubes (alrededor de 1,26 euros por litro).


El presidente de la Asociación empresarial de Transportes Discrecionales de Mercancías de Aragón (Tradime), Jesús Arbiol, explica que la carretera pirenaica es «más asequible» que entrar a Francia por «los istmos» (Irún y La Junquera). «Si se gastan de 42 a 45 litros de gasoil a los cien kilómetros, en un trayecto de ida y vuelta a Europa se pueden hacer 300 kilómetros más por los istmos que por el Somport. Si algo funciona ahora es la exportación de piezas de Opel», señala Arbiol.


Los beneficios para los camioneros españoles no provocan las mismas alegrías en Francia. «El túnel se construyó para el tráfico de vehículos y supongo que Fomento no se va a enfadar», recuerda el alcalde de Canfranc, Fernando Sánchez. Pero la avalancha de los camiones abre el debate de la reapertura del Canfranc en el país vecino. Mientras hay organizaciones francesas como BAP (Bearn Adora los Pirineos) que defienden la nueva carretera entre Pau y Olorón, otras asociaciones de corte ecologista como Code Bearn, Code Pau (colectivos para los desplazamientos en Bearn) y Sepanso (sociedad para el estudio, la protección y la defensa de la naturaleza) abogan por el tren como una solución medioambiental en una zona con un ecosistema muy frágil.


Cuatro asociaciones por el tren


El ingeniero Alain Lallane, socialista como el presidente de Aquitania, Alain Rousset, e integrante de Code Pau, se subió al nuevo tren Olorón-Pau el pasado lunes 24 de enero y defendía la extensión de la línea férrea hasta Bedous. Frente a la solución carretera entre Pau y Olorón para ampliar la autopista hasta el corazón del Bearn, las asociaciones se suman a la reapertura del ferrocarril internacional que defiende Creloc (Comité por la Reapertura de la línea Olorón-Canfranc), hermana de la española Crefco.


Las cuatro asociaciones comparan el coste de renovar la carretera entre Pau-Olorón, cuyo presupuesto ronda los 400 millones de euros, frente a los 300 millones que todos los estudios realizados hasta ahora estiman que podría valer reabrir la línea férrea.


Los acuerdos de España y Francia para abrir el tren Canfranc-Olorón cerrado desde 1970 se vieron frustrados, coincidiendo con la inauguración del túnel carretero de Somport, el 17 de enero de 2003, el Gobierno francés anunció que se volvía atrás de las cumbres de Perpignan y Santander.


Pero la situación del corredor Sagunto-Jaca abre una autovía de 420 kilómetros libres de peaje para los camiones, dentro de un año, frente a la autopista del Mediterráneo. La autovía Pamplona-Huesca-Lérida generará más tráfico de vehículos articulados.


«Es fundamental para el crecimiento de Aragón el paso central y la logística sigue siendo un nicho potencial de crear riqueza», sostiene el presidente de Tradime, Jesús Arbiol. «Renfe vende mal el tren porque solo oferta a grandes empresas como Saica, BSH y Opel, que llevan el 20% de las mercancías, pero las empresas de transportes por carretera nos encargamos del 80% restante. Si los camiones viajan en tren es una solución y somos rentables. Vivimos momentos de turbulencias, pero se trabaja mucho más la exportación que la importación».


Si el tráfico de camiones llegara hasta 600 diarios, con una media de 18 toneladas de mercancías cada uno, el volumen anual que podría pasar por el Somport o la línea férrea llegaría hasta 3.942.000 toneladas, según la asociación francesa BAP.


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