TRAVESÍA CENTRAL

El túnel Le Perthus se estrenará este año con mercancías ante el retraso que acumula el AVE

El corredor atlántico sigue siendo un cuello de botella irresoluble en el País Vasco francés, que no decidirá el trazado antes de 2012.

Los pasos ferroviarios que concentran el escaso tráfico de mercancías entre España y Francia están lejos de ser una alternativa real a la carretera. Ni los corredores existentes, Irún/Hendaya y Portbou/Cerbére, están preparados para un intercambio masivo de trenes de distinto ancho ni los que están en ejecución en el País Vasco y Cataluña solventarán el problema por las limitaciones con las que han nacido.


El primer episodio se vivirá a final de año en la fachada del Mediterráneo, donde se estrenará en precario el túnel de Le Perthus con trenes de carga. El retraso acumulado en la llegada del AVE Madrid-Barcelona a la frontera ha obligado a empalmar el túnel con un tercer carril entre Gerona y Figueras para que puedan circular los mercancías a partir de finales de año en ancho internacional. Los de pasajeros se incorporarán en 2011.


El sueño catalán de compatibilizar los trenes de alta velocidad con la carga será una quimera, dado que las rampas del túnel, de 18 milésimas, muy similares a las del Canfranc, lo imposibilitarán de facto: un carguero convencional tendría que ir muy lento, entorpeciendo el paso de los AVE. Todos los expertos indican que este paso solo valdrá para paquetería si no se quiere penalizar el tráfico de viajeros y la concesionaria, TP Ferro, da por hecho que la alta velocidad será predominante.

Horizonte poco halagüeño


En Irún/Hendaya, el horizonte tampoco es halagüeño. España sigue con la construcción de la 'Y' vasca, pero no se puede decir lo mismo de Francia, que no habrá decidido su trazado antes de 2012.


De poco servirá el diseño del tramo español, de doble vía de ancho internacional, compatible para viajeros y mercancías y con pendientes más suaves que en Cataluña, si el cuello de botella del País Vasco francés no se solventa. Y parece difícil: el territorio está masificado de viviendas, por lo será complicado encajar un nuevo eje ferroviario. Además, existe una fuerte oposición, que ha llevado al Gobierno galo a plantear soterrar parte de las vías.


El país vecino ha preadjudicado el tramo de 302 km entre Tours y Burdeos, que se explotará con un coste de 7.200 millones, pero tiene de plazo hasta 2011 para someter a consultas el trazado que cruzará el País Vasco francés. Las cifras en España son mareantes. Entre los ramales de Vitoria y Bilbao, la 'Y' vasca suma 44 viaductos y 23 túneles que son el 20% y 40% del recorrido. La inversión asciende a 4.178 millones, la mitad de lo estimado para el corredor de la TCP.