El cambio de titularidad del edificio del antiguo Banco de España en Teruel no afectará a los usos ya acordados. Así lo aseguraron ayer el delegado del Gobierno en Aragón, Javier Fernández, y la subdelegada en la provincia, María Victoria Álvarez, quienes visitaron las dependencias de este inmueble y saludaron a los primeros empleados públicos de algunos servicios de la Administración General del Estado que ya se han instalado allí, los de Extranjería y los de la Unidad de Violencia sobre la Mujer.

Recién rehabilitado por el Gobierno central con casi 5 millones de euros como uno de los compromisos adquiridos en 2005 con el Plan de Actuación Específico para Teruel -si bien parte del dinero para las obras llegó de la DGA a través del Fondo de Inversiones-, la propiedad del edificio va a traspasarse en breve al Ejecutivo autónomo como compensación de la deuda tributaria. Una vez pertenezca a Aragón, el Estado pagará un alquiler por el empleo de las instalaciones y compartirá gastos de funcionamiento.

Salvo la tercera planta, que ha sido ocupada por los dos servicios antes mencionados, el resto del inmueble es por el momento un inmenso y lujoso espacio a la espera de utilización. En el sótano, donde antaño estuviera la cámara acorazada para guardar el dinero, se harán exposiciones. La planta primera o noble es un lugar para “recepciones y celebraciones solemnes ciudadanas”. La segunda está vacía y la cuarta alberga un salón de actos para 80 personas y un corredor expositivo. A simple vista, no se han escatimado recursos: alabastro de Aragón en grandes superficies donde antes había una vidriera franquista, asientos de diseño, mármoles brillantes, madera en algunas paredes y estores que se enrollan automáticamente.

“Aquí se instalará lo que se quiera, asociaciones vecinales u otras entidades. Este edificio puede dar un servicio extraordinario para todos, porque está para lo que queramos”, manifestó Javier Fernández. El delegado del Gobierno en Aragón recordó que hace ahora tres años las cinco administraciones -Gobierno central, DGA, Diputación Provincial, Ayuntamiento y comarca- acordaron compartir el uso e instalar cada una de ellas las dependencias que estime oportunas. “Queremos un proyecto sin conflictos. El Banco de España está para todos los turolenses”, apostilló María Victoria Álvarez.

Oficina única para extranjeros

La apertura en el Banco de España de una oficina única de Extranjería facilita a los inmigrantes la tramitación de su documentación. Antes tenían que ir de las dependencias del Inaem -en la Fuenfresca- a la Comisaría de Policía -en el Ensanche-. En este último lugar aguardaban a la intemperie su turno formando largas colas. Ahora disponen de una cálida sala de espera para hacer todas las gestiones.